O.S 🌸 [Dreamling]

12: Travesura.

  Pasando una tarde tranquila en casa, en el apartamento de Hob (el cual se había vuelto su hogar), Morfeo está acostado en el sofá de dos lugares, leyendo un libro de poesía, cuando es sorprendido por su pequeño niño de cinco años, el cual aparece corriendo hacia él.

—¿Qué haces, Dawn? —dando una mirada al pequeño castaño, observa como intenta subirse al mueble, luchando pero lograndolo.

Dawn trepa por las piernas de Sueño, alzando el suéter de Hob que estaba usando, metiéndose debajo de él, lo que le hace reír por las cosquillas que le hace.

—Shh. —el niño, deslizándose hasta el cuello, le da una mirada a Morfeo. —Me oculto de papi.

—¿Por qué te ocultas de papi? —antes de que Dawn pueda responder, escuchando a Hob gritar el nombre de su hijo, quien regresa a descender hasta la barriga de Morfeo para hacerse un ovillo allí. Dando una mirada al lugar donde su hijo se oculta, Sueño se da cuenta de que parece que otra vez está embarazado.

Llevando una mano a la espalda de su hijo, la acaricia, haciendo que suelte unas risitas.

—Ese pequeño travieso. —Hob entonces aparece en la sala. —¿A dónde se fue? —pregunta buscando con la mirada, acercándose a Sueño acostado en el sofá.

Es entonces, ahora que puede verlo con claridad, que Morfeo se da cuenta de que Hob lleva la cara rallada por marcador.

—¿Qué te ha pasado? —pregunta aún haciéndose una idea del culpable del estado de Hob, sonriendo por lo divertido que se veia.

—Sólo me quedé dormido unos minutos. —Gadling dice con un suspiro de derrota, acercándose a Morfeo, tomando sus piernas para levantarlas y sentarse en el lugar donde estaban. Luego, las coloca sobre sus propias piernas. —¿Se ve demasiado mal?

—Considero que nuestro Dawn es bastante creativo. —Morfeo dice con una sonrisa divertida, observando los pequeños dibujos o rallones en la cara de Hob.

—Si, será el próximo Picasso. —Gadling bromea con humor. —Este te gustará. —luego se inclina hacia Sueño, girando su rostro para que pueda leer lo que dice en su cachete. Entonces, Morfeo sonríe con cariño.

—Me encanta. —acepta. En el cachete de Hob estaba escrito (de una manera infantil con muchos errores) "de mami".

—Quizas no debimos permitir que viera Toy Story. —el castaño de cabello hasta la mandíbula dice con una sonrisa, riendo suavemente. Luego, más tranquilo por la travesura de su pequeño Dawn, Hob se percata de algo interesante que nota en Morfeo.

—¿Cuándo volviste a quedar embarazado? —señala la abultada "barriga" de Sueño, quien sonríe e intenta no reír.

—Que gracioso.

Llevando las manos al bulto sobre la barriga de Sueño, Hob comienza a hacerle cosquillas, logrando que ría, contagiando a los adulto.

Atrapado, Dawn se mueve debajo del suéter, hasta que asoma la cara por el borde.

—Oh mira, el sol ha salido. —Hob dice con una sonrisa brillante. —Ven aquí, mi pequeño Dawn. —luego toma a su hijo, sacándolo de su escondite para llenarlo de besos.

Y la sala se llena de la dulce risa de su hijo, haciendo que Morfeo se sienta pleno, tan feliz por la pequeña familia que había conseguido.