Capítulo 3.

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Un impulso me hizo abrir la puerta para quedar frente a frente con él. Su rostro era tranquilo pero a la vez preocupante, intenté hallar algo que lo desmintiera pero simplemente no lo encontré.

—Eso es mentira. —murmuré recordando toda aquella tortura que sucedió hace cuatro años.

—No lo es. —dio un paso al frente.

—Es mentira, Mason, mi Mason está muerto. —balbuceé apenas audible haciendo un ademán de cerrar la puerta, cosa que él detuvo con su mano.

—No es mentira. —dijo bajito—. Han pasado años, lo sé, pero te puedo asegurar que no es mentira.

—Tú no eres él, Mason, desapareció hace cuatro años el día de su cumpleaños —confesé con las lágrimas amenazando con desbordarse de mis ojos.

—Déjame explicarte. —rogó.

Casi como si hubiera sido controlada, me aparté para que pudiera pasar estando aún en un estado de shock.

—Di lo que tengas que decir, luego te vas. —aclaré y él afirmó con la cabeza.

—Veinticinco de septiembre —inició con la fecha exacta del cumpleaños de mi Mason—, a las cuatro de la tarde inició una fiesta para celebrar los catorce años. Éramos tus padres y los míos junto a nosotros dos, me cantaron felicidades y en ese mismo momento me regalaste un pulso para compartir ambos.

Las lágrimas iniciaron su recorrido por mis mejillas una vez que los recuerdos de aquella tarde llegaron a mi mente.

—Ambos salimos al patio trasero a jugar después de compartir los dulces, fue allí nuestro primer beso. —continuó hablando, y se me secaron los labios y la garganta al recordar esa tarde—. Llegó la noche y te fuiste de casa y fue en ese momento en el cual desaparecí.

Elevé la vista cuando terminó de hablar, su rostro era neutro pero con una pequeñísima pizca de dolor en sus ojos.

—Tu mamá estuvo preocupada por ti. —mentí.

—Mentira, mamá murió cuando nací.

—¿Cuál es el apellido de tu padre?

—Lacrontte. —respondió con seguridad.

—¿Y el mío?

—Stone. —aseguró.

Lo observé unos instantes tratando de recordar al antiguo Mason y al que tengo presente justo ahora frente a mí. Ambos eran iguales, el mismo cabello rubio y los mismos ojos azul intenso que lo caracterizaban tanto.

—¿Cómo es posible que no estés muerto? —una ráfaga de amargura empezó a surgir en mi interior—. ¿Sabes cuánto sufrió tu padre, cuánto sufrí yo o incluso mis padres? —di un paso hacia él—. Tu papá se suicidó cuando te dieron por desaparecido y posiblemente muerto. —dije con la voz quebrada—. ¿Sabes cuánto me costó adaptarme a la idea de que mi mejor amigo estaba muerto? ¿De que ya no tendría tu apoyo emocional o alguien que me defendiera? ¿Sabes lo difícil que fue superar tu muerte y los sentimientos que te llevaste? ¿Sabes cuánto me costó no hablar de ti con nadie porque me lastimaba aún más recordarte, ni siquiera con mi mejor amiga? —mascullé destilando lágrimas de rencor.

—Puedo explicarlo, yo...

—¡Cállate! —alcé la voz—. Solo vete. —pedí apartándome de la puerta.

—Riley...

—¡¡Que te vayas!! —grité.

—Vale, me voy —dijo caminando hacia la puerta—, pero esta conversación debemos terminarla. —seguido a eso él salió y yo lancé la puerta.

Los sollozos se escaparon de mis labios provocando que cayera de rodillas al suelo y me recostase en la puerta abrazándome a mí misma por los pies.

Esto no era posible, no, nada de esto podía ser real. Negaba contra esta realidad de que él realmente fuera Mason, ese Mason. Tal vez todo es una farsa, quizás solo finge ser él para acercarse a mí.

Sobre pensar me daba ansiedad y esa ansiedad provocó que me durmiera casi al instante.

Abrí los ojos somnolienta, miré a mi alrededor notando que estaba recostada en el suelo. Miré la hora en el reloj de pared, eran las ocho de la mañana, me había quedado dormida casi todo el día aquí tirada.

Me levanté con los músculos adormilados y adoloridos, abrí las ventanas de la casa para que el aire recorriera el lugar y lo refrescara un poco, ya que parecía un horno.

Subí hasta llegar a mi habitación y entré en el baño para darme una ducha bien fría y así "animarme" para el nuevo día. Durante casi diez minutos solo dejé que el agua cayera en mi cuerpo mientras pensaba en todo lo que ese chico me dijo ayer. ¿Realmente será él?

Inhalé profundamente antes de vestirme y salir del baño. Abrí la puerta y solté un chillido cuando vi a "Mason" sentado sobre mi cama mirando un cuadro con una foto mía y de mis padres junto a Harper.

—Hola. —saludó tranquilamente.

—¿Qué haces aquí!? —interrogué asustada—. ¿¡Cómo entraste!?

—La ventana de la cocina estaba abierta. —explicó con inocencia.

—¿Acaso no sabes que entrar de esa manera en casas ajenas es ilegal? —protesté.

—Te dije que necesitaba terminar la conversación. —recordó.

—Yo no quiero terminarla. —solté tajante.

—Riley, sé que es difícil pero necesito decírtelo.

—¿No me dejarás tranquila hasta que me escuches, cierto? —él asintió y yo gruñí—. Adelante. —le otorgué la palabra sentándome en la cama.

—¿Recuerdas a Tyler? —fruncí el ceño cuando me preguntó eso.

—Sí. —contesté desenfocada—. ¿Qué tiene que ver él con este tema?

—¿Recuerdas por qué sus padres se separaron?

Por unos segundos me quedé callada recordando años atrás, bajé la mirada al recordar lo perturbador que debió ser el pasado de ese pobre chico.

—Su padre era un pedófilo. —solté en un murmullo.

—Fue él. —susurró.

Alcé la vista aturdida.

—¿Qué? —me levanté inmediatamente.

—Tres años Riley, tres años siendo un esclavo de ese hombre.

—¿Me estás diciendo que...?

—Sí. —me cortó dejándome ver sus ojos cristalizados.

—¿A ti te... gustó?

—Me da asco, él me repugna y todo lo que hizo en contra de mi voluntad. Solo que por desgracia de la vida tuve que vivir y sentir eso. —respondió con desdén.

—Mason... —corrí hasta él con mis ojos llorosos.

—¿Puedo pedirte algo? —me rogó con la mirada.

—Claro.

—Ven conmigo. —tomó mis manos.

—¿Qué? ¿A-a dónde? —interrogué nerviosa.

—A mi pasado.

Sin darme opciones existentes, me agarró de una de las muñecas atrayendo mi cuerpo al suyo para luego llevarme corriendo escaleras abajo. Salimos de casa corriendo, no sé hacia dónde, solo sé que fui guiada por él hasta llegar a las entradas del bosque.

Monster. - [Completa✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora