Capítulo 4.

60 21 60
                                    

—¿Qué hacemos aquí? —pregunté cuando lo vi tomar rumbo al bosque.

—Dije que te enseñaría mi pasado. —volteó a verme cuando notó que no me movía—. Prometo que no te haré nada.

Accedí a ir con él, teniendo el corazón justo en la garganta con cada paso que daba. Caminamos rumbo por un sendero con pequeñísimas flores amarillas y lilas que me dio a descubrir un pequeño lago de agua cristalina, doblamos tomando rumbo contrario al lago revelando una pequeña casita de madera en mal estado.

Mason pateó la puerta para que se pudiera abrir la cual rechinó formulando un sonido espeluznante. Pasé por su lado dando un respingo cuando pisé los cristales rotos en el suelo, seguí adentrándome al desastre que era su mundo hace cuatro años teniendo lástima del panorama y de lo que él vivió.

—Esto es horrible. —me escuché decir—. ¿Por qué decidiste acudir a mí? ¿Por qué a estas alturas?

—Porque tú eres mi única luz de esperanza en este mundo de oscuridad. Eres la que controla mis monstruos y calma mis demonios. —hizo una pausa—. Tú eres la solución.

—¿Solución? —lo miré con el ceño fruncido.

—Te mostraré. —dijo yendo por un pasillo a la izquierda, lo cual me hizo seguirlo.

Entré a una habitación mugrienta, había sogas regadas y rotas en el suelo, un espejo roto, un cuchillo enterrado en la madera y un camino de sangre en el piso que llevaba hacia abajo de la cama.

—¿Sangre? —el corazón palpitaba con fuerza en mis oídos, es sangre y yo le tengo fobia a la sangre.

—Riley —me llamó—, si algún día vuelvo a desaparecer —se acercó a la cama y la movió revelando una puerta secreta debajo— búscame aquí abajo.

El rastro de sangre seca descendía por esa puertecita. Tenía miedo, mucho miedo.

—Mason...

—Sé que estás asustada, pero confía en mí.

Abrió la puerta y me acerqué con las piernas temblando, miré adentro viendo unas escaleras que daban a una especie de sótano. Mason entró primero y encendió una débil luz lo cual me hizo bajar con un poquito más de confianza —aunque eso no quitara de que seguía teniendo miedo—.

Bajé escalón por escalón hasta entrar en aquella cueva del terror. Más sangre acumulada en las paredes y el suelo, una caja de madera a un lado y al frente un escritorio con un libro en el medio.

—Si vienes a verme y no estoy búscame aquí abajo, de lo contrario si no estoy aquí búscame entre las páginas de este libro y me encontrarás. —dijo Mason llevando el libro de la mesa a sus manos.

—¿Qué ocurrió aquí? —fue la única pregunta que pudo formular mi mente.

—Esto es lo que pasa cuando decides luchar por tu felicidad, aunque eso implique asesinar a tu agresor. —confesó colocando una mano sobre la caja de madera mirándola como si esa fuera la tumba de ese hombre.

El mareo y las náuseas se apoderaron de mi cuerpo provocando que viera todo borroso y empezara a faltarme el aire haciendo que sudara frío.

—Sácame de aquí. —rogué aferrándome a su cuerpo una vez que él estuvo frente a mí.

—Como gustes, mi Reina. —accedió besando la comisura de mis labios enterrando su mano en mi cabello.

El roce cálido de sus labios sobre los míos fue toda una descarga eléctrica a mi cuerpo, sus manos se deslizaron por mi piel hasta quedar aferradas a mis caderas descendiendo lentamente hasta mis glúteos. Se separó para dejarme tomar aire y volvió a unir nuestras bocas y en una danza lenta sus labios mordían los míos.

Al volvernos a separar, me cargó como princesa subiendo las escaleras y antes de que todo se tornara completamente oscuro lo escuché hablar por última vez.

“Todo pasará, mi Reina, ya verás”.

—Riley... —otra voz habló, escuchándose tan distante y familiar a la vez—. Riley...

Y entonces, abrí los ojos con lentitud sintiendo una fuerte punzada de dolor en la parte trasera de mi cabeza.

Tuve que frotarme los ojos para poder enfocar la vista en la persona que me hablaba y justo cuando lo logré me vi sentada en el bus justo al lado de Harper.

—¿Eh? —tartamudeé—. ¿Dónde estoy?

—En el bus, bobita. —se rió Harper—. Te quedaste dormida, ya casi llegamos al campamento.

—¿Campamento? —abrí los ojos como platos al recapacitar—. ¿Dónde está Mason?

—¿Mason? ¿Quién es Mason?























































FIN.

Monster. - [Completa✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora