04.

730 72 47
                                    

"¿Quién fue el sangriento?".

Rose Beaumont

Tropecé como diez veces, en vez de llorar solo comencé a reírme. No me había dado cuenta que me alejé de la fiesta y ahora estoy caminando por los pasillos oscuros de este tenebroso edificio. No me quería quedar sentada, tengo que hacer pipí... solo es que me perdí tratando de encontrar un baño. ¡¿Por qué esto es tan oscuro y grande?! Odio a Dark Academy, pero no puedo decirlo a voz alta. Me tengo que sostener de la pared para no tropezarme de nuevo, me siento muy mareada y creo que tengo ganas de vomitar. Jamás volveré a beber, aunque, es divertido hacerlo. Que beba una sola vez en mi corta vida no es malo, ¿cierto?

Casi lloré al ver una puerta negra entreabierta, al salir la brisa helada golpeó mi delgado cuerpo. Bueno, tendré que hacer pipí en el césped, tampoco es que alguien me vea. Todo está oscuro, miré los demás edificios con las luces apagadas. Los árboles grandes se mueven y puedo escuchar las ramas. Mis piernas están congeladas, ¿por qué acepté ponerme este patético vestido?

—¿A dónde vas, Rosita? —un chico que no distinguí bien se puso delante de mi con rapidez, retrocedí dos pasos. No puedo verle el rostro porque lo tiene cubierto, solo veo su ropa negra.

—No... —susurré, asustada.

Otro hombre. Otro abuso.

"Debes sacrificarte por nosotras, Rose".

"¡Es tu culpa que tu padre nos haya abandonado!".

"¡Vas a tener relaciones con todos los hombres que yo quiera, así dejas de ser una tontita!".

No, no. No quiero, no es sábado y tampoco domingo. ¡Aún no debo hacerlo!

—¿Qué pasa, Rosita? ¿Tienes miedo? —su voz no me agradó, él comenzó a acercarse a mi.

¡Corre!

Es lo que hice, me doy la vuelta y obligo a mis pies a correr sin importarme llevar tacones altos. No sé de dónde saqué la voluntad de correr rápido, pero me alegra haberla sacado ahora. Necesito llegar a la fiesta, ¿cómo le aviso a las chicas?

El corazón se me acelera cuando lo siento acercarse a mi, pasa tan rápido que aún no lo asimilo, su cuerpo se lanzó al mío que caí al césped boca abajo y él encima de mi. Intenté apartarlo, de verdad que intenté hacerlo.... Pero es mucho más grande que yo y tiene más fuerza, junta mis dos manos por mi espalda y las aprieta con la suya. Grité, pero él me agarró el cabello y me estampó contra el césped, solté un quejido de dolor porque había una pequeña roca que rozó mi rostro, haciendo que me lastime.

—¡Déjame! ¡Por favor! —supliqué entre llanto.

Subió mi vestido hasta mi abdomen, me aterroricé porque puedo jurar que está desabrochándose el pantalón.

—Shh, quédate quieta.

—¡N-no... s-suéltame!

—¡Cállate!

Volvió a estampar mi rostro de nuevo, me es imposible no gritar nuevamente de dolor.

Otra vez no, por favor.

¡No es justo!

Dejé de sentir su cuerpo con el mío, no entendí por qué. Al intentar mirar por encima de mi hombro, veo como él está tirado boca arriba, alguien lo está acuchillando brutalmente. No deja de suplicar que esa persona se detenga, ahora es él quien grita de dolor y se retuerce. El cuchillo es clavado en su garganta, matándolo ya por completo.

Dark academy (secretos oscuros) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora