"Ven, querido alumno, sea bienvenido a la academia que cambiará su vida".
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En "Dark Academy", una academia de élite para jóvenes de familias adineradas, reina un silencio ominoso que oculta un secreto oscuro. A pesar de los lujos y la aparienci...
"A veces la atracción es más fuerte que el mismo odio".
Hades Dark
Salgo de la clase de matemáticas con aburrimiento, me aburre si quiera prestar atención a todas las clases. Le pedí un favor a Thyme, sé que cumplirá con dicha orden. La necesito a ella a solas conmigo sin salida, que nos odiemos no quiere decir las ganas que quiero de desquitarme con ella.
—Hades —me detuve al escuchar a Casimir, el segundo supervisor en toda Dark Academy. Lo miré con aburrimiento, se detuvo a mi lado con las manos en su espalda. Sus feos ojos amarillos grandes se clavaron en mi —, la directora te necesita en su oficina, ahora.
—Deja de ser un perrito faldero —me quejé, pasándole por un lado para ir a la oficina.
Para cuando llego, ella se encuentra sentada con las manos sobre su escritorio. Alzó la mirada para verme.
—La puerta —ruedo los ojos y hago lo que me pide. Me acerqué hasta ponerme delante de ella.
—¿Qué pasa?
—Ningún "¿que pasa?" —bufo de mala gana —. ¿Hiciste lo qué te ordené?
—Si, los colgué a todos sobre el techo —asintió, desviando la mirada a la puerta.
—¿Alguien no sospecha? —me quedé en silencio —. Drogaste a todos para que hoy no se acordaran de nada, ¿cierto?
Mierda.
—Cuatro chicas no estaban completamente drogadas —su rostro se endureció, me miró furiosa.
—¿Y qué harás? Sabes las consecuencias de tus actos, Hades. Si esas alumnas hablan...
—No lo harán. Tú solo déjamelo a mi, ¿de acuerdo? —no dice nada por unos segundos, suspiró entonces.
—De acuerdo. Necesito que seas rápido, ¿o quieres que te ordene qué les hagas lo mismo para qué callen para siempre? —apreté los labios en una fina línea.
—No. Te dije que yo me encargaré, no te preocupes. Debo ir a clases —me di la vuelta y abro la puerta.
—Ya sabes, hijo.
No respondí, salí de la oficina batiendo la puerta. Escuché su llamado pero no me detuve.
Par de niñitas que me causarán dolores de cabeza.
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Una hora después
Thyme cumplió con lo acordado, apenas escuché su voz acercarse me escondí en la oscuridad del sótano.
