Priest [BibleBuild]

#6

Bible Sumettikul POV

—Y ese es mi verdadero pecado —terminó Build. —Esa es mi verdadera vergüenza. No puedo dormir por la noche sabiendo que lo dejé, me dejé... —su voz se desvaneció y hubo un momento de silencio que no interrumpí, tanto por respeto a él y también porque no confiaba en mi voz. Su confesión fue tan cruda, tan putamente detallada, y me encontraba lleno de rabia por este pendejo Blue y sentía tristeza por él, pero también por unos feroces e inquebrantables celos de que hace tan solo apenas unas semanas, ese idiota llegó a estar dentro de él y no se lo merecía, ni un poco.

Pero sobre todo me encontraba tan jodidamente duro que no podía pensar con claridad.

—Me dejé venir —dijo finalmente, en una tranquila y triste voz. —Él es un hombre casado y me engañó durante años y ni siquiera se disculpaba, pero no solo lo follé, sino que me corrí. Me corrí dos veces. ¿Qué importa que lo hice irse justo después de que pasó? ¿Qué tipo de chico me hace eso?

Tenía que decir algo, tenía que ayudarlo, pero joder, era tan difícil centrarse en algo que no fuera la imagen de su cara presionada en el asiento mientras se quedaba sin aliento a través de múltiples orgasmos. Iba a ir al infierno por solo pensar en esto, sobre todo porque quería perforar a Blue Pongtiwat en la tráquea por actuar así con él, pero era casi insoportablemente sexy que ese tipo de cosas rudas lo excitaran. Porque a mí también me calentaban, y pasó tanto tiempo desde que tuve a un chico gimiendo bajo mí toque...

No eres mejor que él, me castigué a mí mismo. Ordena tu puta mierda. Sentimientos, enfócate en sus sentimientos.

—¿Cómo se sintió?

—¿Cómo se sintió? Se sintió increíble. Como si me estuviera reclamando desde adentro hacia afuera, y cuando se corrió dentro de mí, me sentí como si me marcara como su propiedad, y fue su clímax el que me hizo tener un orgasmo de nuevo. No puedo evitarlo, un tipo corriéndose es la maldita cosa más caliente, sobre todo cuando lo puedo sentir dentro de mí...

Mi cabeza cayó hacia atrás contra la madera del confesionario con un golpe audible.

—Me refería a... —dije con voz estrangulada. —¿Cómo te sentiste emocionalmente?

—Ah —y luego una risita entrecortada y a continuación, a la mierda, me iría al infierno, debido a que ahora no podía dejar de frotarme a mí mismo. Me encontraba tan duro que podía sentir cada cresta y pendiente de mí a través de mis pantalones. Mi otra mano jugueteaba con mi cremallera mientras acariciaba, tratando de mantener mi respiración silenciosa. ¿Podría bajar la cremallera lo suficientemente silencioso para que no me escuchara? ¿Podría masturbarme aquí en la cabina, sin que lo supiera?

Porque no existía manera de que sobreviviera sin hacerlo en este momento. Sus palabras estaban talladas en mi mente, y estarían allí para siempre.

—Supongo que me hizo sentir como que Blue tenía razón. Soy una puta, ¿no? Tuve un baile de debutantes y mi familia se encontraba inscrita en el registro social y tengo trofeos de doma, pero eso no cambia lo que soy por dentro. Creo que, en el fondo, siempre supe que Blue realmente no me amaba, pero me sentía dispuesto a aceptar el sexo en lugar del amor porque lo quería tanto como quería el romance, y ¿qué clase de chico piensa así, Padre? ¿Quién preferiría tener sexo sin amor que no tener sexo en absoluto? Entonces, ¿qué hago ahora? ¿Cómo llevo la vergüenza de todo esto a sabiendas de que es una parte fundamental de lo que soy?

Vergüenza. Sí, conocía ese sentimiento; lo sentía ahora mismo, de hecho. Forcé mis manos a mis muslos, bien lejos de mi erección. Concéntrate, me dije. Y cuando estés solo, puedes hacerte cargo de tu... Problema.