★ 03 ★

61 5 3
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Cuando Arturo terminó la escuela y tuvo que decidir qué paso seguir, no dudó en estudiar Terapia Ocupacional, para saber mejor que nunca como se trata a los que son como su lindo Diego.

Después de un tiempo, Diego había entrado en confianza con él, respondía a sus llamados, lo miraba a los ojos, lo reconocía completamente y hasta había aprendido a decir su nombre.

Diego debía admitir que la primera vez que escuchó a Diego murmurar un muy bajo "Art-uro " se había puesto a llorar y Emiliano se había burlado de él y comenzado a reír de forma inevitable.

Le había contado a Andrea y la chica se había puesto genuinamente feliz por ello, que Diego reconociera a alguien por el nombre era muy especial, y significaba una gran importancia, enorme, que se
supiera su nombre.

–Ha conectado contigo muy bien, Arturo, en verdad te ha elegido.

Arturo se sentía realmente especial para que eso ocurriera.

–Diego, ¿Por qué eres tan lindo? –le preguntaba, y cada vez que lo hacía el menor sonreía y reía bajo.

El menor lo miró a los ojos y tardó un momento en hablar.

–Princesa –dijo.

–¿Princesa? –preguntó Arturo, con gracia, y Diego no respondió con ningún gesto. –¿Eres una princesa, Diego?

El menor negó automáticamente.

–Arturo princesa– dijo.

–¿Soy una princesa? –preguntó, y Diego hizo un sonido afirmativo.

De la nada, Diego se acercó a él
y le hizo señas para que acercara su rostro, Arturo lo hizo sin pensar y fue después que se dio cuenta de lo que podía pasar.

Pero lejos, muy lejos de lo que cualquiera hubiera hecho, Diego presionó el puente de su nariz sobre la frente de Arturo, sus ojitos brillaban con emoción y se apartó para reír y sonreír más que antes.

Arturo no necesitó de mucho para entender que para Diego era un gesto tierno y de cariño, se preguntó si para él sería algo más.

Luego de aquel día le había mandado un mensaje a Andrea, preguntando al respecto.

Oh, ni idea de qué será ese gesto pero es muy lindo-dijo, con una risa y un tono cargado de ternura. –Y él quiso decir que eras bonito, no que eras una princesa, para Diego también eres lindo Arturo.

Estaba feliz de lo que había elegido y estaba feliz de conocer a Diego.

Con el estudio comenzó a pasar menos tiempo con Diego y eso esperaba que afectara su relación pero no fue así, Diego estaba cómodo pasando la cantidad de tiempo que sea con él, sea todo el día o solo un rato.

Sarang ◇ Artiego Donde viven las historias. Descúbrelo ahora