¿Le gusto a Quackity?
Wilbur había estado pensando mucho últimamente. Él ya tenía sospechas desde hace tal vez años, pero le daba miedo llegar a esa conclusión.
Si bien Wilbur siempre actuaba tonto, él también sabía usar su cerebro. Aunque, bueno, muy inteligente no era. No entendía si su gran y querido mejor amigo de hace años le estaba dando señales un tanto... extrañas.
¿Por qué Quackity actuaba más raro de lo normal cuando estaban a solas? ¿Lo odiaba? Pero si fuera así, ¿por qué lo haría?
Su mente era un lío porque, por más que lo evite, su corazón late de una manera extraña al verlo fijamente a los ojos. Sentía que se perdía en ellos y terminaba vagando por todo su rostro, tomando notas mentales de cada rasgo facial del otro chico.
Y cada que el pelinegro se daba cuenta y lo miraba con esa linda expresión curiosa y confundida, el mundo entero de Wilbur se detenía, sin querer que nada más pasara en ese momento.
Le encantaba cada lunar que había en su rostro, cada pequeña marca perfectamente ubicada por sus mejillas y su nariz. A veces, cuando lo veía de muy cerca, simplemente deseaba contar cada uno de sus lunares y dar un beso en cada uno de ellos.
Cuando ambos se juntaban a escondidas en la casa del pelinegro para ver películas (acurrucados, por cierto) tenía la gran necesidad de abrazarlo y no soltarlo. Y la sensación de su suave cabello despeinarse cada vez que lo abrazaba era algo que tampoco olvidaba.
Pero si sentía todo eso, ¿qué rayos pasaba con Sally? Bueno, él tampoco se entendía.
No le gustaba la chica, en lo absoluto, no sentía nada de lo que el otro chico lo hacía sentir. Tal vez sólo era un intento de olvidar sus propios sentimientos.
Ni siquiera él mismo sabía porqué intentaba reprimir eso, se sentía orgulloso de su forma de amar pero era Quackity, su más viejo amigo. ¿No es eso raro?
Sin embargo, se sentía feliz de saber que amaba con tanta devoción a alguien. Le agradaba cómo hacía a su corazón latir como si realmente estuviera vivi y apreciar el hecho de que, aunque no confiese nunca nada, el pelinegro estará ahí para él
Por más que Wilbur se las dé de despreocupado y nada temeroso, la realidad es que era alto maricón. Le tenía un gran miedo a expresar sus sentimientos, a estar sólo, al rechazo.
Es por eso que deseaba que algún día Quackity despertara por el cálido sol de la mañana y,
mágicamente, se enamore de él. Que ese mismo día, sin poder resistirse a su corazón gritándole hacer algo, el pelinegro llegue con él sólo para decirle lo mucho que lo ama. Y después de eso, él también confesarle que su corazon vive feliz desde que lo conoció.A veces consideraba la idea de hacer algo por su propia cuenta en lugar de esperar a que todo pase por sí solo. Pero no podía. Las palabras se quedaban en su garganta cuando se encontraba en un perfecto momento a solas con el otro, su atención se iba hacia otra cosa y su mente simplemente se bloqueaba.
El sentimiento de impotencia al no hacer nada lo consumía. Quería hacer algo.
No podía ignorar algo tan fuerte. Una hermosa melodía que venía a su mente en cada momento con él y era como ver a Cupido justo a su lado, molesto por su silencio.
Sí, estaba empezando a fantasear. Pobrecito.
Sin embargo, aunque Wilbur confesara su amor, no obtendría una buena reacción de Quackity, verdad?
Quiero decir, el chico parecía mas interesado en cualquier videojuego que en su vida amistosa y amorosa. Y si Quackity se enterara que unos de sus pocos amigos siente algo por él, ¿qué haría? Probablemente se asustaría.
Y lo que menos quería él era eso. Prefería quedarse callado y observar toda una vida a su lindo amigo en lugar de arruinar todo por culpa de sufrimientos del corazón.
Ahora mismo quería simplemente tirarse un balazo en la cabeza o algo así. ¿Por qué tenía que soportar estar callado? ¿Qué le costaba dejar de ser un bastardo miedoso y simplemente decírselo?
más corto de lo normal, bravo missa eres un pendejo 🥳
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From The Start
Romance- El amor me está volviendo un poco loco... Tengo que sacar esto de mi pecho Te lo estoy diciendo hoy ︰ "¡ TE AMO !"