CATARSIS: Palabra que viene del griego. Liberación emocional, corporal y mental de pensamientos y emociones negativas, dejándote en un estado de alivio, libertad y transformación interior.
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La ducha me espabila y me relaja los músculos cansados por el entreno de hoy. Suspiro sacándome el agua de la cara y colocándome un toalla alrededor de la cintura para ir hacia el vestuario y empezar a vestirme.
La temporada ya ha empezado hace dos semanas aproximadamente y ya llevamos tres partidos de Liga jugados. Las cosas están sin más, estoy jugando minutos pero casi ningún partido completo y eso me tiene de mala hostia conmigo mismo ya que después de la pretemporada que me marqué me esperaba más.
Ya casi no queda nadie en el vestuario ya que me he tomado mi tiempo en la ducha para darle vueltas a las cosas que rondan por mi cabeza últimamente. Gavi y Pedri están sentados juntos el lado de sus taquillas mientras conversan casi a mi lado ya que nuestras taquillas del 6,7 y 8 están juntas literalmente.
—Estas en Babia, Ferri.—me dice Gavi mientras se coloca la camiseta y me pasa un brazo por encima de los hombros. —¿Te vienes a mi casa a merendar y echamos unas a la Play?
—Ahora no puedo que tengo sesión con Aradia hasta las siete y media, Gav.—le respondo revolviéndole el pelo. —Que vaya Pedri y así os hacéis compañía.
—Sí, yo me apunto que estoy sin nada que hacer en casa y Nay está con horario de tardes en la uni.—responde el canario mientras recoge sus cosas. —Fer, si eso cuando termines aquí vente tú también.
—Claro hombre, que cuantos más mejor y así tienes la cabeza despejada.—me dice Gavi mientras me pasa su brazo por mis hombros.
—Bueno, si no salgo muy tarde de aquí me paso un rato.—les digo a pesar de que no tenga muchas ganas ahora mismo.
—Ay, a ver si se va a entretener de más con la psicóloga buenorra...—vacila el sevillano con su sonrisa burlona haciendo que Pedri suelte una carcajada.
—Tanto meter goles en la pretemporada a ver si vas a terminar metiéndole un gol a ella al final.—le sigue el rollo Pedri haciéndome rodar los ojos.
—Que pesaos que sois, coño.—les respondo negando con la cabeza y haciendo que ellos se rían mientras yo me comienzo a vestir.
No tardo demasiado en cambiarme mientras entre los tres tenemos conversación. Últimamente el grupito nuestro se ha descuadrado un poco ya que Ansu se ha ido cedido al Brighton y Eric al Girona. A pesar de estar distanciados por un año seguimos hablando y manteniendo el contacto, pero no es lo mismo.
Termino de recoger mis cosas y los tres salimos del vestuario tras despedirnos de Joao Félix, Rapha, Koundé e Iñigo que siguen en el vestuario de palique. La dupla galáctica tira hacia el parking para irse a casa del sevillano en coche tras despedirnos y yo me dispongo a subir por el ascensor hasta el piso de las oficinas donde se encuentra el despacho de mi guapísima psicóloga que últimamente me tiene la jodida cabeza loca.
