Miraba los delicados pasos de la mujer en el pequeño escenario con un tubo en medio, cómo movía sus caderas con sensualidad, atrayendo la mirada de los hombres en el bar. Suspiré y dirigí la mirada hacia donde se encontraba mi padre junto a sus socios, mientras fumaban y tomaban unos vasos de alcohol. Mi padre me miró e hizo una seña para que me acercara a su mesa. Me levanté, dejando mi trago a medio tomar, y lentamente me acerqué a él, depositando un beso en su mejilla y sonriendo amablemente a sus socios antes de sentarme a su lado.
—¡Pero mira lo grande que estás! —exclamó uno de los hombres—. Cuando tu padre se refería a ti, pensaba que eras una niña, ¡pero vaya que me sorprendí cuando vi que eres toda una mujer! —Sonreí incómoda ante las palabras del hombre.
—Es un gusto conocerlo, señor Tomasso. Mi padre me ha hablado muchas cosas de usted —dije, desviando mi mirada hacia mi padre, quien fumaba tranquilamente, atento a mis palabras.
—Me alegra escuchar eso. Espero que las cosas que te haya dicho de mí hayan sido buenas. ¡Ja, ja! —respondió el hombre con un tono bromista. Asentí ante sus palabras.
—Claro, uno de sus más grandes socios junto al señor Vsevolod —miré al hombre mencionado, quien solo bebía su vaso de whisky con un semblante serio.
—¡Ja! Quién lo diría, esta chiquilla me agrada —dijo Tomasso con una sonrisa arrogante.
—Aún así, es una niña. No puedo creer que me hayas hecho venir desde Rusia hasta un estúpido bar para presentar a esta niña "bespoleznyy" —exclamó Vsevolod con su acento ruso.
Tomasso soltó una carcajada y le dio una palmada en la espalda a Vsevolod.
—Vamos, Vsevolod, no seas tan duro. La niña tiene potencial. Además, debemos ser amables, especialmente si es hija de nuestro anfitrión.—dijo Tomasso, guiñándome un ojo.
En ese momento, un hombre de mediana edad, vestido impecablemente con un traje caro, se acercó a nuestra mesa. Era Kim Choi, el político surcoreano, uno de los más corruptos y peligrosos, ahora candidato a alcalde de Seúl.
—Buenas noches, caballeros. Veo que ya han conocido a la encantadora hija de nuestro anfitrión —dijo Kim Choi con una sonrisa afable, pero sus ojos mostraban una frialdad calculadora.
—Kim, qué placer verte —dijo mi padre, levantándose para estrecharle la mano—. Te presento a mi hija.
Kim Choi me miró con una sonrisa que no llegaba a sus ojos y me ofreció su mano.
—Es un honor conocerte. He escuchado mucho sobre ti —dijo, inclinándose ligeramente en una reverencia.
—El honor es mío, señor Choi —respondí, tratando de mantener la calma bajo la intensidad de su mirada.
Mi padre nos observaba con atención, su rostro impasible, pero sus ojos revelaban una mezcla de orgullo y preocupación. Sabía que estaba tratando de asegurar alianzas, y mi papel en este juego era crucial.
—Ahora que estamos todos reunidos, brindemos por nuestro éxito y futuros negocios —dijo mi padre, levantando su vaso. Todos los hombres hicieron lo mismo, y unimos nuestros vasos en un brindis lleno de promesas y peligros.
El aire estaba cargado de tensiones no dichas y acuerdos ocultos. Sabía que mi vida estaba profundamente entrelazada con los negocios de mi padre, y que cada uno de estos hombres tenía sus propios motivos y ambiciones. El camino que me esperaba no sería fácil, pero estaba decidida a enfrentar lo que viniera, consciente de que cada paso que daba me acercaba más al corazón de la oscuridad en la que todos estábamos inmersos.
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MAFIA-𝐒𝐢𝐦𝐨𝐧 "𝑮𝑯𝑶𝑺𝑻" 𝐑𝐢𝐥𝐞𝐲°
FanfictionEn un oscuro y peligroso mundo donde la ley y el crimen se entrelazan, una misión militar y una operación mafiosa se cruzan en las calles de Madrid. Sin embargo, el destino tiene otros planes. En medio de la preparación y el reconocimiento, Ghost se...