Mew Suppasit
Gulf me miró con los ojos completamente abiertos. Mi cerebro funcionaba más lento de lo habitual. Su sabor permanecía en mi lengua, y mis muslos todavía estaban calientes por su lindo trasero.
A pesar de mi promesa de mantener mi distancia, prácticamente lo había arrastrado a mi regazo a la primera oportunidad que tuve. Pero no se había resistido. ¿Porque me quería o porque temía rechazarme?
Los gritos de Natasha aumentaron en intensidad.
—Probablemente tenga hambre.
—¿Bien? —Gulf parecía un ciervo a la luz de los faros. Suspiré y me puse de pie, acomodando mi polla en mi pantalón para que así no fuera tan obvio.
—Vamos, te mostraré todo. —Gulf se puso una bata y me siguió.
Estaba bajando las escaleras para preparar el biberón, pero Gulf se congeló.
—¿No deberíamos consolarla primero antes de bajar a la cocina?
Lo consideré y luego asentí lentamente. Jai había preparado el biberón mientras yo cuidaba a Natasha las veces anteriores. Una vez que Jai la alimentaba, regresaba a la cama.
Gulf y yo fuimos a la habitación de Natasha y entramos. Encendí las luces. La cara de Natasha se arrugaba con sus gritos, su piel ya se estaba poniendo roja.
Sus gritos me desgarraban. Siempre había sido de llorar, pero desde la muerte de Lawan, se había vuelto peor. Ahora cada uno de sus gritos parecía resonar con un tono de fondo acusador, y mi culpa pesaba más sobre mis hombros.
Me acerqué a la cuna y levanté a Natasha, acunándola en mis brazos. Se calmó solo brevemente. Suspirando, volví a la puerta donde Gulf se cernía con una expresión incierta.
—No sabes nada de niños, ¿verdad?
El vaciló.
—Solo lo que he leído.
Eso era lo que sospechaba. Sus padres habían hecho que pareciera que era un niñero con experiencia, pero, por supuesto, eso había sido táctico. Bajé las escaleras, meciendo a Natasha suavemente, con Gulf muy cerca de mí. Solo podía esperar que Alexander no se despertara también. No podía consolarlos a ambos, y no es que él me dejara consolarlo.
Entré en la cocina, ahogando mi frustración. Había pasado un tiempo desde que había preparado un biberón, pero Jai lo había dejado todo listo. Asentí hacia las botellas y la fórmula.
—Tienes que preparar la botella.
Los ojos de Gulf se clavaron en los míos rápidamente.
—Nunca lo he hecho.
Suspiré y luego le tendí a Natasha.
—Entonces tendrás que sostenerla mientras te muestro cómo hacerlo.
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DULCE PROVOCACIÓN (MewGulf) ADAPTACIÓN
RomanceLa primera vez que Mew conoció a su prometido, este lo llamó "Señor". Después de perder a su esposa, Mew se quedó a cargo de dos niños pequeños mientras intenta establecer su régimen sobre Bangkok. Ahora necesita de alguien para sus hijos y ademas d...