Capítulo 9 ☪

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De regreso a nuestras casas, a los gemelos les había parecido buena idea en acompañarme, insistí en que no era necesario ya que luego tendrían que volver a caminar hacia atrás para dirigirse hacia su casa, pero al fin y al cabo aquí estamos, hablando entre nosotros camino hacia mi hogar.

-Sí, lo sé... ¡Auch! No hagas eso, Tom! -me quejé al sentir una vez más un tirón de pelo por parte del de rastas. Le di una mala mirada para luego volver a ignorarlo.

-Vamos, Sally. ¿Por qué no quieres hablarme? -se posicionó a mi lado izquierdo esperando una respuesta, pero no se la iba a dar.

O bueno, no por el momento.

-Lo sabes muy bien, hermano. No jodas.

-¿Saberlo? ¿Saber qué? -Bill y yo nos miramos a la vez, por lo que tal acto aumentó más la curiosidad de Tom. -No entiendo... ¿Hice algo malo?

-Bingo para ti. -habló Bill.

-¿Sí? -bufó- que yo recuerde no he hecho nada de... oh, ya sé.

Lo miré enarcando levemente una ceja, esperando a que hablara.

-Lo siento, no pensé que te molestaría en que besara a tu amiga. -me detuve en seco y le lancé una fulminante mirada, ¿Molestarme por el beso? ¿Amiga? Pero si sabe que no...

-¡No! Claro que no. -y como pensé ambos gemelos comenzaron a carcajear entre sí, aunque Bill sabía el porqué de mi "molestia" con Tom, también pensaba que era por esa otra razón.

Pero no, claro que no lo era.

...

-Ya basta.

-Lo supuse, estabas celosa.

-No.

-Sí.

-No.

-Sí.

-No, no lo estaba y ya déjame en paz.

-Como digas. -soltó. En ese entonces un neutro silencio nos inundó, al parecer nadie pensaba en romperlo, y así estuvimos hasta que llegamos a mi destino.

-Adiós, Ly. Llámame si estás aburrida.

-Adiós Bill, ¡Lo haré! -Me despedí de él mientras que intentaba introducir la pieza de metal en la cerradura, al lograrlo me percaté de que no me despedí de Tom, así que volví a mirar hacia ellos, quienes ya habían comenzado a caminar hacia su dirección previamente.

-Oye, Tom. -le llamé, él se volteó.

-¿Ahora hablas? -rodeé mis ojos, ganándome una sonrisa por su parte.

-Adiós tonto.

-Adiós bonita, te veo en la noche. -Casi murmuró. Enseguida sentí mis mejillas comenzar a arder, ¡Me estaba sonrojando!

Pues sí, me dijo bonita.

Tom me dijo bonita.

-¡Me dijo bonita! -repetí una vez más dejándome caer en mi cómoda cama.
Las horas habían pasado y yo aún no podía caer en las palabras que habían salido de la boca del de rastas.

También dijo que vendría hoy en la noche, y si es así... debería darme una buena y larga siesta para evitar repercusiones luego.

• • •

Tic... tac... tic... tac...

El tiempo pasaba y pasaba, ya eran alrededor de las once y tantos minutos de la noche, mis padres habían regresado de su trabajo hace unas horas y probablemente ya se encuentran dormidos -por no decir que ya deben estar en su quinto sueño-

𝙈𝙞𝙙𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩 ┊ ┊ ⋆˚ 𝘛𝘰𝘮 𝘒𝘢𝘶𝘭𝘪𝘵𝘻 ☪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora