-Por favor, Ly. ¡Ya dime! -rogaba Bill, pues el pelinegro quería saber lo que había pasado en la habitación de Tom luego de que él los haya dejado solos.
-Ya te lo he dicho. -volvió a decir, mientras ambos paraban sus pasos, habían llegado a su destino.
Bill bufó algo molesto, rindiéndose por completo.Sally dio tres golpes a la puerta de la casa, en no más de diez segundos un castaño de melena medio larga abrió y los recibió a ambos con una alegre sonrisa.
Les dio pase a la acogedora casa, caminaron hacia la sala de estar en donde encontraron a un pelirubio jugando a la play. Movía el joystick con una habilidad impresionante, los presentes se quedaron embobados unos segundos antes de proceder a lo que iban.-Oh, hola! -dijo Gustav en cuanto salió de su momento de concentración, había ganado la partida y decidió abandonar el juego. Se puso de pie y los recibió con un abrazo a ambos jóvenes.
-Hace mucho no nos veíamos. -dijo la castaña, recibiendo el asentimiento de los tres jóvenes. -Bien, a lo que veníamos... ¿Tienen sus instrumentos, cierto?
-¡Por supuesto! Si hasta mi padre me ha dado un espacio para ensayar con mi bajo y la batería de Gustav, lo ha hecho para ambos, y ahora podemos compartirlo con ustedes. -habló sonriendo, se notaba feliz al igual que los demás.
-Eso suena genial, entonces- las palabras de Sally fueron interrumpidas por el rubio, quien se percató de que faltaba el de rastas.
-¿Tom no vendrá? -preguntó confuso, pues creyó que él también participaría.
-Oh, ehm... él tenía cosas que hacer. -dijo su hermano, rascando su nuca mientras miraba a Sally. Ambos se miraban algo así como incómodos.
-Hm, no me extraña. -dijo Georg, rodeando sus ojos. Lo cierto, era que el de rastas había decidido salir con unos amigos del instituto, amigos y probablemente amigas también.
El de melena castaña les hizo un ademán para que lo siguieran, los guió escaleras arriba y entraron a un espacio el cual estaba muy bien ordenado y decorado, era, sin dudas, un lugar muy bonito y acogedor para ensayar.-Bien, ahora pueden elegir sus sitios para comenzar. -Georg tomó su bajo, Gustav tomó sus baquetas y se posicionó en su batería, anteriormente Bill le dio como regalo un micrófono a Sally, se habían encargado de decorarlos a su gusto horas antes, y les habían quedado súper geniales. Se pusieron en posición una vez conectaron todo, y antes de que pudieran comenzar, el rubio habló.
-¿Ya tienen las letras, cierto? -Sally asintió y dicho y hecho, comenzaron a ensayar.
• • •
La tarde había resultado muy divertida y entretenida, aún no terminaban por completo la canción, querían agregarle más letras, aún así los adolescentes se oían muy bien, el bajo y la batería de Gustav complementaban a la perfección, sólo faltaba una personita...
-No creo poder hacer eso. -soltó uno de los presentes, pues estaba siendo animado -Por así decir- a robarle la cartera a una de las señoras que observaban las vitrinas de los locales.
-Eres un completo imbecil, no es nada de otro mundo. -soltó otro de los presentes, en un tono molesto.
-Dejemos eso, si no quiere no tienes porqué obligarlo. -el de rastas, con un semblante serio le habló a los manipuladores, no estaba de acuerdo con que cometan un delito en pleno centro comercial, en donde habían cientos de personas caminando de acá para allá.
-No puede creer que tú estés diciendo eso, hermano. -Kay negó con cierta decepción la cabeza. -Días de conocerte y eras el primero en ofrecerte para robarle a alguien, vuelves de tus privilegiadas vacaciones y pareces ser otra persona.
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𝙈𝙞𝙙𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩 ┊ ┊ ⋆˚ 𝘛𝘰𝘮 𝘒𝘢𝘶𝘭𝘪𝘵𝘻 ☪
RomanceDonde Sally Lehnert presencia un conflicto en plena noche por parte de tres adolescentes conflictivos, sin saber que poco después tendría un inesperado desarrollo en su vida con uno de ellos. Medianoche ☪