Capitulo 5 La Playosa

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Llevo mi mano atras y muevo a la maria para que se despierte.

Rocio:ey, princesa despierta que ya llegamos

La maria se empieza a quejar se levanto y miro por la ventana

Maria:es un hermoso pueblo

Rocio:te llevare a mi plaza favorita y de paso comprare algo para comer en casa

Maria:por mi esta bien

Rocio:por cierto, compro unos pebetes prometo que mañana te compro un desayuno esquisito va, a mi me gusta son ricos

Maria:roci no tengo tanta hambre asi que si, compra pebete

Rocio:¿Y una coca?

Maria:si

Rocio:perfecto

Freno al frente de la plaza y nos bajamos las dos para luego acercarnos a la plaza.

Rocio:estos tacones me matan

Maria:sacatelos

Rocio:camina vos descalza

Maria:esta es la plaza que venias de niña

Rocio:si

Miro alrededor y sonrio con algunas lagrimas

Rocio:mira, alla esta el dinosaurio antes me daba miedo

Maria:que hermoso

Rocio:mañana te llevare a la otra plaza, y te mostrare los lugares que me hice fotos de niña

Maria:ven vamos

Me agarra de la mano y caminamos hacia la paza, sonrio al recordar toda mi niñez cada vez que venia aqui me volteo y veo la casita, me quede mirandola y mis ojos se numblan con lagrimas no derramadas cierro y caen las lagrimas.

Rocio:voy a comprar

Maria:esta bien

Me voy caminando para el lado de la farmacia y busco el negocio hasta que lo encuentro, entro fijandome si ay pebetes pero no hay asi que compro dos arabe de milan, saco una coca de 1 litro y me acerco para darselo al hombre.

Hombre:hola, serian 2500

Rocio:okey, espere un segundo

Abro mi mochila para sacar mi billetera, saco 2500 y se lo doy al hombre.

Rocio:muchas gracias

Agarro las cosas y salgo del kiosco, camino de nuevo para la plaza a donde deje la maria cuando llego no la veo la empiezo a bucar por todos lados pero no la encuentro. Me asusto cuando escucho una bocina y cuando me volteo veo a la maria en el coche saludando, me saco los tacones y corro hacia ella, luego la miro por unos segundo suspirando de alivio.

Rocio:me asustaste

Maria:lo siento es que ya queria venir al auto, estaba tan silencioso que daba miedo

Rocio:entiendo, perdon por dejarte sola

Maria:tranquila, fuiste a comprar y por cierto subi a ese juego

Me señalo el dinosaurio y le dedico una sonrisa.

Rocio:sube, asi nos vamos

Nos subimos al auto arranco y empiezo a manejar miro a la maria con una sonrisa.

No todos los sueños se hacen realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora