Gatito + Perrito

Cap 76

Tomaron el último tren de alta velocidad del día y eran casi las 12:00 cuando llegaron a Guangzhou.

Yue Zhishi acababa de despertarse cuando se bajó del tren. Estaba muy confundido y medio cargado en brazos de Song Yu mientras salía de la estación.

Pensó en enviarle un mensaje a Jiang Yufan, así que extendió la mano y tocó su teléfono celular, sintiéndose un poco extraño.

Antes parecía estar en el bolsillo izquierdo.

Había gente en el pasillo y todos tenían prisa. El somnoliento Yue Zhishi miró hacia arriba y descubrió que la maleta de un hombre frente a él no estaba cerrada y del interior se estaba saliendo una pequeña bolsa negra. Song Yu corrió rápidamente para atrapar la bolsa pequeña.

"Gege". Yue Zhishi le dio una palmada en el hombro. Cuando el hombre se dio la vuelta, le entregó la bolsa que tenía en la mano. "Se te cayó algo".

La otra parte le agradeció efusivamente al principio, luego miró hacia arriba con una expresión de sorpresa: "¿No eres tú el chico guapo mestizo en el avión?".

Sólo entonces se dio cuenta de que se trataba del hombre sentado a su lado en el avión. Él sonrió y dijo: "Qué coincidencia, en realidad tomamos el mismo tren de alta velocidad".

"Sí, muchas gracias. Estas son todas mis identificaciones. Sería problemático si las perdiera". El hombre volvió a guardar la bolsa en su maleta y cerró la cremallera. "Joven, ¿estás aquí para recoger? Yo te llevaré".

Yue Zhishi se dio la vuelta inconscientemente y vio a Song Yu empujando su maleta. "No, no, vaya y haga su trabajo primero".

"Entonces, si necesitas ayuda, recuerda preguntarme". El hombre sacó una tarjeta de presentación de su bolsillo, se la entregó y se fue polvoriento.

"¿Quién es?". El tono de Song Yu era indiferente, pero extendió la mano y tomó la tarjeta de presentación de la mano de Yue Zhishi, mirándola. "...Zhou Chengwei de Mingshang Co., Ltd. el vicepresidente".

"Estaba sentado a mi lado en el avión". Yue Zhishi agarró a Song Yu del brazo y dijo en voz baja: "Gege, tengo mucho sueño".

Song Yu puso la tarjeta de presentación en la capa exterior de la mochila de Yue Zhishi y lo sacó de la estación.

Afuera estaba lloviendo mucho, pero no hacía frío. La lluvia era ruidosa y la multitud que salía de la estación también era caótica. Song Yu parecía fuera de lugar entre ellos porque estaba demasiado tranquilo y ordenado.

Abrió un paraguas negro, sostuvo a Yue Zhishi en sus brazos, se subió al taxi que había pedido con anticipación y se dirigió al hotel que había reservado en el tren de alta velocidad.

La lluvia era tan fuerte que casi parecía romper la ventana del auto. El neón urbano fuera de la ventana se difuminó en un halo suave. Yue Zhishi estaba mirando por la ventana, pero su mano cubría el dorso de la mano ligeramente fría de Song Yu.

El conductor conversó con ellos en el auto en un mandarín muy poco común, preguntándoles si venían a Guangzhou por diversión. Yue Zhishi hablaba con el conductor al azar. Desde un lado de su rostro, vislumbró manchas oscuras en los hombros del abrigo de Song Yu de manchas de agua.

El entusiasta conductor local les dijo dónde hacían un delicioso ganso asado, dónde estaban engañando a los turistas y también los elogió por el buen hotel que reservaron.

Cuando Yue Zhishi se bajó del autobús y vio el edificio del centro financiero de más de 100 pisos y lo siguió por el ascensor hasta el espléndido vestíbulo del hotel de gran altura, sólo entonces comprendió por qué el conductor dijo que era muy bueno.