Hidan exhaló un suspiro cargado de indiferencia, sus palabras flotaban en el aire con una calma desafiante. —Ya relájate, viejo. La decisión es de ella. Ni tuya, ni mía —articuló con tranquilidad, mientras encendía un cigarrillo con manos que desmentían su serenidad. Se dejó caer en el sofá, el humo serpenteando alrededor de su figura como un velo de apatía.
Itachi se movía con la tensión de un arco a punto de quebrarse. —¿Pero por qué simplemente no dejaste que ella pensara en otra opción? ¿Venganza? Es una estupidez —replicó, frustración teñida en cada sílaba. Pasó una mano por su cabello, un gesto que hablaba de la tormenta interna que luchaba por contener.
—¿Y qué opción era conveniente según tú, Itachi? —Hidan respondió, su voz era un murmullo cargado de retos. Se incorporó ligeramente, clavando su mirada en Itachi. —No la conozco mucho, pero sé todo lo que le ha hecho tu hermano, todos los engaños que nos contaste. ¿No crees que es hora de que tu hermano aprenda un poco?
Itachi permaneció en silencio, su mente navegando por el mar tumultuoso de recuerdos y revelaciones. Apenas ayer le habia contado todo a Sakura, exponiendo verdades que aún dolían al tacto. La trama que Hidan y Sakura tejían en las sombras era una espina en su costado, un plan que le desagradaba en lo más profundo.
—¿Y por qué tú y no otro? No eres conocido por tus sentimentalismos —inquirió Itachi, su voz un susurro cargado de sospecha.
Hidan ofreció una sonrisa torcida, un destello de malicia en su mirada. —¿A quién propones entonces? Tú eres su ex cuñado, eso sería una locura. Pein está con Konan, y nos quedan Deidara y Sasori, pero ambos sabemos que no se interesan por chicas más jóvenes que ellos.
—Eso es cierto —intervino Deidara, emergiendo de su silencio. Él y Sasori estaban absortos en su juego en la Play 5, pero sus oídos no dejaban escapar ni una sola palabra del tenso intercambio.
—Quedo solo yo —Hidan apago el cigarrillo en el cenicero y miro seriamente a Itachi. Suspiro antes de hablar. —Mira, eres como mi hermano. Creeme, esto para mi seria un fastidio...Sakura no me interesa en lo mas minimo, es solo que...yo tambien he estaso asi de destrozado, y sin nadie que me ayudara.
La escena se despliega con una vulnerabilidad inesperada, revelando facetas ocultas de Hidan que rara vez veían la luz. Itachi, a pesar de su reserva, no podía negar una verdad incómoda: la presencia de Hidan era un escudo para Sakura, una barrera contra cualquier mal que pudiera acecharla. La imponente figura de ojos violetas inspiraba temor y respeto, pero Itachi conocía también el otro lado de la moneda: una vida marcada por el exceso y la inestabilidad emocional.
Sakura, en su estado actual, era como una hoja en medio de una tormenta, susceptible a la más mínima brisa de adversidad. Itachi lo sabía, y esa conciencia pesaba sobre él como una losa.
—No lo sé... —murmuró al fin, su voz un reflejo de la tormenta interna que lo consumía.
Hidan, por su parte, mostraba signos de fatiga ante el curso de la conversación. —Bueno, tampoco es que necesito tu permiso, Itachi —replicó con un tono que rozaba la impaciencia. —No eres su padre, tampoco el mío. Somos amigos, y por eso te lo cuento. Pero si no estás de acuerdo, es tu problema.
La tensión en la habitación se cortaba con un cuchillo cuando Sasori, con un gesto decidido, apagó la Play 5. Itachi y Hidan dirigieron su atención hacia el pelirrojo que se levantaba, su silueta recortada contra la luz tenue. —Basta ya —dijo con firmeza, su voz rompiendo el hilo de la discusión. —Esto es una gran estupidez. ¿Discutiendo sobre las decisiones de una chica?
Negó con la cabeza, incredulidad pintada en su rostro. Su mirada se posó en Hidan. —Hidan, entiende a Itachi. Él conoce a Sakura más que cualquiera de nosotros aquí presentes. Está preocupado, y todos somos conscientes del estilo de vida que llevas; no es precisamente el más estable —pronunció con un tono teñido de tristeza y desaprobación. Hidan respondió con una indiferente vuelta de ojos.
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Mientras te olvido
FanfictionSakura y Sasuke, unidos por un amor que parecía inquebrantable, enfrentan su mayor desafío cuando ella es aceptada en una universidad en el extranjero. La distancia pone a prueba su relación y, con el tiempo, Sakura descubre la dolorosa verdad: Sasu...