Primera Noche de Entrenamiento

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(Renuncia a derechos de autor:
Los personajes ficticios presentados a continuación no me pertenecen, si no que pertenecen a su respectivo autor Akira Toriyama, así como todo lo relacionado a sus respectivas franquicias.)

-Eh? Mn, que paso-.

Se preguntó desorientado, llevo ambas manos a sus ojos frotándose suavemente a la vez que soltaba un somnoliento bostezo.

-Ah, ya lo recuerdo-. Se dijo al recordar su situación-. He despertado, así que la tierra debe estar cerca-. Dijo mirando hacia enfrenté.

Delante de él se encontraba un gran cristal y más allá del cristal se encontraban miles y millones de kilómetros de oscuro vacío.

-O al menos eso dijeron los seres de Yadrat-. Pensó colocando un dedo en su mentón.

Después de la catastrófica explosión de Namek, el sayajin Goku tuvo que escapar rápidamente, abordando así una nave con destino a un planeta desconocido llamado Yadrat.

-Había olvidado lo aburrido que es el espacio-. Suspiró el Son sumamente aburrido.

Al llegar a aquel sitio desconocido fue acogido por los habitantes de aquel planeta llamados Yadratianos, así pudo establecerse cerca de un año, aprendiendo de aquellos seres y sobre todo de una transformación que logro conseguir en su batalla a muerte con el emperador del universo Freezer, el Super Sayajin.

-De verdad que tengo muchas ganas de ver a todos de nuevo -. Se dijo recordando a todos sus amigos que se encontraban en la tierra-. Pero sobretodo...

Al estar en Yadrat Goku tomo la decisión de usar el mayor tiempo posible convertido en Super Sayajin, para así acostumbrarse a aquella poderosa transformación.

El entrenamiento había sido un éxito, gracias a el ahora podía acceder al Super Sayajin a voluntad y debido a acostumbrarse a ese estado podía mantenerlo todo el tiempo que quisiera sin gastar apenas energía.

Sin embargo pronto descubrió una pequeña consecuencia que acompañaba el uso de ese poder, sin saber describirlo exactamente el Son identificaba una incomoda sensación casi incontrolable que llenaba de calor la parte baja de su cuerpo.

Un impulso que Son Goku creía perdido y olvidado desde aquella lejana vez, un año antes de que su hijo Gohan naciera, la primera y única vez que el y su entonces adolescente esposa tuvieron un cálido encuentro.

-...te quiero ver a ti, Milk-. Al decir eso el Son se remontó en aquel recuerdo.

*Hace ya varios años*

-Ahhh-. Suspiro un joven pelinegro en señal de satisfacción-. Cocinas increíble Milk!!

Halago el chico que se encontraba descansando frente a una mesa la cual se hallaba repleta de platos vacíos y utensilios sucios.

—Jiji muchas gracias Goku-San—. Contesto Milk que recogía los platos de su esposo, los cuales eran bastantes—. La verdad estuve practicando mucho desde la última vez que nos vimos.

Goku sonrió, recordando aquellos viejos días en los que viajaba por el mundo, y en uno de sus tantos viajes prometió a una inocente niña hacer algo llamado  "casarse", en su tiempo Goku accedió pensando en que era un tipo de comida o algo asi, pero con el tiempo descubrió que "casarse" no solo significaba comer, sino que implicaba muchas cosas más, como hacer todo una fiesta vestidos de blanco e irse a vivir con esa mujer que lo había desposado.

Para Goku todo eso no representaba ningún problema, todo lo contrario, tener a Milk de compañera resultaba muy agradable, la mujer cocinaba de manera excepcional, era bastante alegre y muy fuerte, tanto que en varias ocasiones entrenaban juntos en cualquier lugar despejado del monte paos.

El Super Sayajin Son GokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora