Capítulo 3: La Cena con Amigos
Después de una semana agitada de clases y actividades extracurriculares, Stephano decidió relajarse con su grupo de amigos en su lugar favorito para comer pizza. La atmósfera era animada y ruidosa, con risas y charlas animadas llenando el pequeño restaurante.
Junto a Stephano estaban Valentina, la prima de Carlos que vivía en la misma ciudad; Carlos, quien había venido de visita por el fin de semana; Cardoso, Aymé, Jofer y Borrero, compañeros de equipo de voleibol de Stephano; Ana Lucía, quien aún mantenía una amistad cercana con él; Lousiana y Renata, amigas de Ana Lucía; Jennifer, una amiga de toda la vida de Stephano que había sido invitada a última hora; y ahora también Cristina, quien se había unido al grupo después de hacerse amiga de Stephano en clase de inglés.
Stephano disfrutaba de la compañía de todos, aunque notaba cierta tensión entre Ana Lucía y Cristina desde que esta última se acercó a hablar con él en el patio del instituto la semana pasada. Mientras todos compartían anécdotas y se reían juntos, Cristina se acercó tímidamente a la mesa donde estaba Stephano.
Cristina: (sonriendo) ¡Hola! ¿Puedo sentarme con ustedes?
Stephano: (acogedor) ¡Claro, por supuesto! Todos, esta es Cristina. Ella es mi amiga de la clase de inglés.
Los amigos de Stephano saludaron a Cristina con cortesía, pero Ana Lucía y Lousiana intercambiaron miradas significativas que Stephano notó de inmediato.
Ana Lucía: (después de un momento incómodo) Oye, Stephano, ¿podemos hablar un momento a solas?
Stephano asintió, sintiendo el cambio repentino en el ambiente. Se disculpó con Cristina y se levantó de la mesa para seguir a Ana Lucía a un rincón más tranquilo del restaurante.
Stephano: (preocupado) ¿Qué sucede, Ana Lucía? ¿Todo está bien?
Ana Lucía: (bajando la voz) Mira, Stephano, no quiero ser entrometida ni nada, pero... tengo que advertirte sobre Cristina.
Stephano frunció el ceño, confundido por la advertencia repentina.
Stephano: (confundido) ¿A qué te refieres, Ana Lucía? Cristina es una chica genial. Nos llevamos bien y...
Ana Lucía: (interrumpiendo) Stephano, ella no es lo que parece. En el pasado, hizo cosas... cosas malas. Me ha dicho cosas terribles sobre mí, y... y no quiero que te lastime.
Stephano se quedó en silencio por un momento, procesando las palabras de Ana Lucía. Mientras tanto, en la mesa, el grupo de amigos había comenzado a notar la conversación privada y la tensión en el aire.
Lousiana: (susurrando a Valentina) ¿Qué crees que estén hablando?
Valentina: (frunciendo el ceño) No lo sé, pero parece serio. Ana Lucía no suele hablar así a menos que sea algo importante.
Mientras tanto, Carlos observaba la situación con atención, notando cómo la tensión había cambiado el ambiente animado de la cena.
Carlos: (murmurando para sí mismo) ¿Qué estará pasando?
Cuando Stephano volvió a la mesa, Ana Lucía y Lousiana intercambiaron una mirada significativa. El resto del grupo guardó silencio, esperando a ver qué sucedería a continuación.
Stephano: (tratando de mantener la calma) Cristina, me temo que tengo que irme. Gracias por acompañarnos, pero tengo que resolver algo urgente.
Cristina asintió con comprensión, aunque sus ojos mostraban una mezcla de sorpresa y preocupación por la repentina salida de Stephano.
Antes de que Stephano se fuera, Ana Lucía lo detuvo con una mirada seria.
Ana Lucía: (decidida) Stephano, piénsalo bien. No quiero verte lastimado por ella. Nosotros estamos aquí para ti.
Stephano asintió brevemente, sintiendo cómo la lealtad del grupo se inclinaba hacia Ana Lucía. Con un nudo en la garganta, se despidió rápidamente y salió del restaurante, dejando a Cristina y al resto del grupo en un silencio incómodo y cargado de sospechas.