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Caímos cerca de las estrellas.

Caímos cerca de las estrellas

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——— México———

Mendigo escuincle, después de su repentina aparición y sus palabras hirientes, hice de todo para llamar a Rusia desde el teléfono de mi madre, pero me decía que el número no existía. Luego pensé en buscarlo a su casa, aunque, si ese tipo en realidad era su hermano, tenía las de perder.

Mi madre me dijo que no me preocupara demasiado, si Rusia me quería se contactaría conmigo, pero algo en mi pecho me obligaba a permanecer en alerta. Las palabras del hermano no paraban de dar vueltas en mi cabeza como un disco rayado. Sin embargo, él suele venir a verme alrededor de las seis en punto de la tarde, y esta vez, no llego. La realidad no estaba de mi lado.

Así que, al día siguiente, decidí pedirles auxilio a mis detectives de confianza.

— ¡SHIT MEX! ¡¿No nos pensabas decir nada de tu romance veraniego?!

— ¿Al menos ubicas al hermano?

— Sí, USA, si iba a contarles. No, Canadá, no lo había visto antes, o quizá no le he prestado mucha atención.

— ¿Como siempre?

— Como siempre.

Estábamos sentados en las palapas, intentando atar cabos. Perú y Colombia eran expertas en encontrar, stalkear y conectar los puntos de cualquier hecho intrapersonal ajeno. Ósea, son chismosas.

— Entonces deberás estar más atento, —puntuó Canadá tomando nota en la libreta de matemáticas— Si el supuesto viene a la escuela, la cual es muy pequeña, con un poco de tu atención es suficiente para que lo reconozcas, al menos ya los viste.

— Y el resto nos lo dejas a nosotras, —afirmo USA abrazándome un poco—no te preocupes, haremos de todo con tal de encontrar el último rastro de tu amado. Ahora, en estos diez minutos, concéntrate en los chicos que pasan alrededor de nosotros, concéntrate y todo será fácil.

Estuvimos platicando acerca del tema unos minutos más, desde inicio a fin, desde mi primera interacción directa con él hasta aquella tarde lluviosa, la ultima vez que nos vimos.

— Todo lo que cuentas parece sacado de película romántica mexicana—alude Can—. Pero lo que, si me preocupa, al igual que tú, es que no haya ido a verte ayer, sabiendo que es un hábito.

— Pudo haberse tratado de otra cosa, incluso más seria, pero Mex... si lo que piensas es que ha jugado contigo, ¡porque te conozco! —puntuó USA, sabiendo lo temeroso que soy al relacionarme, ya que precisamente, siempre he vivido con el miedo de escoger a mi primer novio mal—. Yo digo que no es el caso, no después de lo que pasaron en tan solo meses de demasiada conexión mental y emocional.

— USA tiene un punto, pero mi mente enferma y mi corazón destrozado ya no descarta ninguna opción. Debemos ser meticulosos.

Tocaron mi punto, cada que alguien me gustaba, lo idealizaba, pero estaba consciente. Cada vez que hacían algo o tenían una actitud que no me agradaba, me alejaba y desaparecía de su entorno con el fin evitar finales trágicos o eventos canónicos. Sin embargo, Rusia en mi vida ocurrió tan rápido, y si no dudara de su lealtad, podría afirmar con seguridad que fue una estrella fugaz.

Dime Si Tú [R u s m e x]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora