octavo mes

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Seungmin estaba cansado a más no poder, sus pies se encontraban hinchados ligeramente y la acidez estomacal que sentía no ayudaba a que se sintiera más cómodo.

Ya tenía ocho meses de embarazo, se supone que debía ser un tranquilo domingo por la mañana junto a su alfa, su alfa sí que estaba a su lado, pero los síntomas del embarazo lo tenían mal.

— Hyunjin, súbele al aire acondicionado. —El castaño se masajeó las sienes, el alfa asintió y subió la temperatura del aire acondicionado.

Finalmente, Seungmin dio un suspiro de alivio cuando el frío comenzó a relajar su cuerpo.

Hyunjin miró a su pareja con preocupación.

— ¿Estás bien lobito? —El castaño estaba a punto de asentir, hasta que tuvo una idea.

— No. —Su boca formó un tierno puchero.

Hyunjin se preocupó mucho y miró a Seungmin con atención, buscando algo mal en él, al no encontrar nada alarmante preguntó con miedo.

— ¿Qué tiene mi bebé? —cuestionó.

Seungmin aprovechó la situación e hizo una cara lastimera para mirar a su pareja.

— Me duelen mucho los pies. —señaló sus pies hinchados, los mismos se encontraban apoyados en la mesa de vidrio en frente del sofá donde estaban ambos sentados.

Hyunjin entendió lo que quería su pareja, sonrió y comenzó a masajear los piecitos de su bebé. Los masajes eran suaves, pero aliviaban la hinchazón del omega.

— ¿Estás más cómodo? —El pelirrojo preguntó a su omega, el castaño se encontraba gimiendo por la comodidad, su cabeza se apoyó en el sofá mientras acariciaba su pancita y su alfa masajeaba sus pies.

— Sí, estoy más cómodo. —Seungmin estaba muy cómodo, sin embargo, esto no duró mucho, muy pronto sintió extrañas contracciones en el vientre, gimió de dolor y sus ojitos se cerraron con fuerza.

— ¿Bebé? ¿Te duele algo? —El alfa se preocupó mucho, se sentó al lado de su lobito y ayudó con las caricias en la pancita.

— T-Tengo contracciones. Uhm. —murmuró el omega castaño con una mueca de dolor, Hyunjin se asustó y no sabía qué hacer, entonces recordó los consejos de la doctora Chaeyoung.

— La doctora dijo que si te dolía mucho te dieras un baño de agua caliente. —Hwang ayudó a su omega a levantarse del sofá, al hacerlo el castaño pareció aliviarse un poco del dolor pero aun así parecía seguir sintiendo mucho dolor.

Ambos caminaron hacia el baño y el pelirrojo ayudó a su pareja a desvestirse y darse una ducha caliente, con unos ejercicios de respiración pudo calmarse un poco.

— Estoy mejor. —dijo el omega respirando con dificultad.

Hyunjin suspiró aliviado y siguió masajeando la panza abultada del castaño, su barriga de ocho meses ya estaba bastante grande y las estrías ya se habían extendido un poco.

Al ver la calma del castaño el alfa se tranquilizó y se levantó del lado del omega para buscar una toalla para secarse.

Seungmin no pudo respirar con tranquilidad cuando sintió las pataditas que daba su cachorro.

— ¡Oh Dios! Amor, me ha pateado. —El omega sonrió con alegría hacia su pareja.

— Ven bebé, quiero sentir como patea nuestro cachorrito. —El alfa se volvió a sentar junto a su lobito con una gran sonrisa en el rostro.

Las manos del alfa se posaron en la pancita abultada del castaño, ambos sonrieron al sentir las pataditas que daba su primogénito.

— Te amo tanto. —dijo el pelirrojo en el oído de su bebé.

— Yo también, mi alfa. —contestó el castaño en el oído del alfa, ambos se miraron con amor, compartieron un tierno beso mientras sentían el amor que se tenían.

🫧

La pareja seguía atareada mientras metían cosas en la bolsa de parto, pañales, ropa, papel higiénico y otras cosas fundamentales para el nacimiento del bebé.

— Me gusta esta ropa, llevémosla también al hospital. —El omega se emocionó al ver la ropa que habían comprado para su bebé.

— Las que desees amor. —El alfa besó la mejilla de su omega, el castaño sonrió ampliamente mientras metía ropa en la bolsa de parto.

— ¿Cómo va el cuarto de la niña? —preguntó Seungmin mientras acomodaba otras cosas.

Hyunjin se emocionó en cuanto el omega mencionó la habitación de su cachorrita.

— Todo va muy bien, solo falta montar el armario de la niña. —El omega hizo un puchero triste.

— ¿Por qué no me dejas entrar a la habitación? —Hyunjin negó con la cabeza mientras ayudaba a su lobito.

— El olor a pintura sigue siendo fuerte al igual que el olor a madera, puede hacerte daño bebé. —Seungmin puso una mueca triste, pero no dijo nada más.

— Está bien. —murmuró, Hyunjin se sintió mal, pero sería inflexible, el olor podría hacerle daño a sus dos bebés y eso no lo permitiría.

El alfa pelirrojo comenzó a repartir besitos en la cara de su omega, Seungmin pronto dejo atrás su tristeza y sonrió nuevamente mientras seguía arreglando las cosas de su niña.

En sus mentes seguían imaginando la apariencia de su pequeña mientras sonreían.

little problem  |  hyunmin [ ✓ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora