𝗉 𝗋 𝗈 𝗅 𝗈 𝗀 𝗎 𝖾;

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p r o l ó g o;

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p r o l ó g o;

Aunque hubiera querido cambiar lo que pasó ese día, siempre llega a mi memoria

—Anda, vamos, Suzume —animó la pequeña de cabellos negros a la rubia que se negó.

—Kaori, sabes que es peligroso... —dijo la rubia de solo cinco años viendo a la contraria que irradiaba de alegría —. Mejor volvamos.

—Será divertido, anda —animó el hermano de Kaori.

Suzume solo era una niña, aunque claro que era aventurera pero sabía que para ser niños eran muy pequeños para enfrentarse a otras cosas, las palabras de su madre entraban en su mente por eso.

Ambos niños jalaron a la menor que, sus dones ya se habían manifestado, eran el don del agua, Kaori también desarrolló el suyo pero aún no sabía cómo controlarlo muy bien y además, debía volver a casa.
Ambos niños sonreían felices mientras Suzume estaba siendo jalada para ir con ellos, era un lugar lejos del parque donde sus padres los habían dejado, ni siquiera sabía Suzume como llegaron ahí.

Ellos eran...demasiado intrépidos y tal vez, yo era muy mala para entender su juego, pero...ese juego de niños no terminó como hubiera pensado

Pasando el pequeño bosque, Kaori y su hermano llevaron a Suzume hasta un río, la cascada había estado más lejos de ellos, el cielo parecía venir con lluvia y tormenta, Suzume negó con la cabeza.

—Kaori, Soto, vámonos —susurró la rubia levemente temblando —. Nuestros padres nos van a regañar y no saldremos a jugar de nuevo.

—¡Ya Suzume! —exclama Soto algo irritado, a pesar de ser un niño calmado se irritaba con facilidad —. Deja de ser tan cobarde, además vinimos aquí para enseñarte algo.

Suzume se había asustado, sus mejillas sonrojadas porque retenía el llanto, el cielo comenzó a tronar y oscurecerse, ambos niños con dotes de agua comenzaron a jugar con ella elevando y haciendo figuras, Suzume miró con asombro eso.

—Lo hacen increíble —dijo sorprendida.

—¡Eso no es nada, mira ésto! —a Suzume casi se le sale el alma al ver a la menor sumergirse al agua, Soto la siguió.

—¡Oigan, vuelvan! ¡Es peligroso! —dijo la menor.

Parecía inútil su esfuerzo de sacar a los niños de ahí, entonces en cuanto el cielo comenzó a llover, el agua del río comenzó a volverse violenta.

—Kaori, volvamos —dijo su hermano para llamarle a la niña pero al querer irse Kaori se atasco su pie entre las piedras del río —. ¡Kaori!

Hᴇʀᴏᴇs ᴀɴᴅ Wʜɪsᴘᴇʀs  ᵇⁿʰᵃ▕  𝖨𝐳𝐮𝐤𝐮 𝖬𝐢𝐝𝐨𝐫𝐢𝐲𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora