Mute

21

En el viaje a casa, la señora Midoriya dijo que le harían unos estudios de la garganta y del cerebro, cosa que le pareció raro y preocupante a Katsuki.

Eran mejores amigos, conocían todo del otro, pero nunca hablaron de la mudez del chico, era un tema que evadían, y Katsuki no sabía nada del mismo.

Izuku seguía distante, pero volvió a sonreír cuando llegó a casa de sus tíos, saludando a una mujer de vestimenta extravagante y a un hombre que parecía bastante más mayor que su esposa.

La mujer se presentó ante Katsuki como Nemuri, y pidió que no la trate formal porque la hacía sentir vieja. La mujer resultó ser muy parlanchina, y algo en su personalidad le hacía acordar a Eijiro.

—Entonces, Katsuki Bakugo.—dijo la mujer en cierto punto de la cena.—¿Cómo conociste a el pequeño izu?

—Escuela, somos compañeros de clases.— respondió.

—Kats es muy bueno con Izu.—la señora Midoriya tenía una sonrisa.— Siempre le regala cuadernos para que pueda hablar.

Izuku pareció avergonzarse, bajó la cabeza, concentrando en masticar.

Katsuki lo notó, pero considerando que estaba distante con él decidió no hacer nada.

—¿No habla con señas?—Nemuri abrió los ojos ampliamente, pasó su mirada de la señora Midoriya a Katsuki, ambos negaron.— ¿Nunca aprendiste?

—No es necesario hablar con señas para comunicarme con Izuku.—dijo Katsuki, un poco molesto.— Si él quiere hablar de algo lo escribe. Si yo quiero decir algo él me escucha. E incluso si no decimos nada nos entendemos.

Nemuri asintió.

—Te comprendo, Bakugo, pero lo que digo... En todo lo que conoces a Izuku, ¿No sabes nada de lenguaje de señas?

Katsuki negó.

La tía pareció querer decir algo, pero Izuku hizo una seña y la mujer cerró la boca, dejando el tema.