Myoui Mina era una gran pediatra, amaba tanto su trabajo que era muy dedicada a ello, nunca había sentido amor por alguien y odiaba tener relaciones amorosas.
Una mujer con su pequeño hijo que llegaría a su consultorio cambiaría por completo su for...
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12 YEARS LATER
Era día de la graduación de Taehyun, habían pasado 12 años desde que la doctora Myoui había llegado a sus vidas. El pequeño, ahora ya no tan pequeño ya tenía 18 años, se estaría graduando de la preparatoria y listo para estudiar gastronomía.
Sus dos madres se encontraban entre el público, mientras que el joven estaba a punto de ser nombrado para recibir un título importante.
— ¡Myoui Taehyun! — El director de la escuela llamó al joven por el micrófono.
Y se preguntarán, ¿Myoui? Así es, Mina logró ponerle su apellido, Chaeyoung no se negó a eso y oficialmente Taehyun era un Myoui. Luego de unos procesos legales increíblemente largos, la nipona lo logró.
El joven subió al escenario, daría un discurso que había estado preparando durante bastante tiempo. Las madres del joven le aplaudían y gritaban su nombre, haciendo que se ruborice un poco.
— Muy buenos días, quería dar estás palabras de agradecimiento a las personas que han estado a mi lado todos estos años. — Tae suspiró, el estar rodeado de mucha gente lo ponía nervioso. — Quiero agradecer a mis madres por apoyarme siempre, son las mejores madres que pude tener, todo esto es gracias a ellas dos, y por supuesto a mi pareja, Hirai Soobin, lamentablemente no pudo asistir, nuevamente se enfermó, pero muchas gracias por confiar en mi.
Mina y Chaeyoung eran un mar de lágrimas, aquellas palabras de su hijo hicieron que las dos no pudieran evitar llorar, al verlo ya con 18 años y graduándose hacia que su corazón duela, el tiempo pasa muy rápido. Taehyun al bajar fue directo con sus madres.
— Mamá, mamá, ¡lo logré! — Taehyun exclamó emocionado al abrazar a Mina y Chaeyoung después de bajar del escenario. Ambas mujeres lo rodearon con sus brazos, visiblemente conmovidas por el momento tan especial.
Mina acarició con ternura el cabello de Taehyun.
— Estamos tan orgullosas de ti, cariño. Has crecido tanto y has logrado tanto. — dijo con voz entrecortada por la emoción.
Chaeyoung asintió, con lágrimas de felicidad brillando en sus ojos.
— Eres nuestro orgullo, Taehyun. Nos has enseñado tanto y te amamos más de lo que las palabras pueden expresar.
El joven sonrió, sintiéndose abrumado por el amor y el apoyo de sus madres.
— Gracias por todo lo que han hecho por mí. Sin ustedes, nada de esto habría sido posible. — expresó con sinceridad, sintiendo el peso de la gratitud en cada palabra.
Mina y Chaeyoung intercambiaron una mirada llena de complicidad y amor. Habían pasado por tantas experiencias juntas, desde los días más difíciles hasta los momentos de felicidad como este. Ahora, con Taehyun a punto de embarcarse en su camino hacia la gastronomía, sabían que su hijo estaba listo para enfrentar el mundo con la fortaleza y el amor que le habían brindado.
El abrazo entre las tres figuras, madre e hijo, reflejaba el vínculo profundo que habían construido a lo largo de los años. En ese instante, en medio de los aplausos y las felicitaciones, el tiempo parecía detenerse, permitiéndoles saborear plenamente el significado de ese día tan especial en sus vidas.
Taehyun se separó momentáneamente del abrazo para mirar a Mina y Chaeyoung con cariño.
— Y gracias también por demostrarme lo que significa el amor verdadero. — agregó, haciendo referencia al sólido matrimonio que sus madres habían construido a lo largo de los años.
Mina y Chaeyoung se miraron entre sí, sus manos entrelazadas como un símbolo de su compromiso mutuo.
— Tú eres el corazón de nuestra familia, Taehyun. — dijo Mina con una sonrisa amorosa. — Todo lo que hemos hecho, lo hemos hecho por ti y por nuestro amor — añadió Chaeyoung con voz suave.
Los tres compartieron un momento de silencio, dejando que las emociones llenaran el espacio entre ellos. La graduación de Taehyun no solo marcaba un hito en su vida, sino que también era un recordatorio de cuánto habían crecido juntos como familia. En ese abrazo, en medio del bullicio de la celebración, se encontraba el amor incondicional que había unido sus vidas desde el principio.
El joven se sintió reconfortado al saber que, más allá de los desafíos y las dificultades que habían enfrentado, su familia era un refugio seguro y lleno de amor. Juntos, miraron hacia el futuro con esperanza y determinación, listos para enfrentar cualquier cosa que la vida les trajera, sabiendo que su amor y apoyo mutuo los llevaría siempre adelante.
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