Hiccup tomó una drástica decisión, ya no podía dejar de ocultar el amor que sentía por ella y más después de lo que había pasado en el manantial. Ahora no paraba de desear desesperadamente que todos supieran lo que tenía con ella, ni siquiera le importaba lo que dijese su padre.
Mientras caminaba por las calles de Berk, observaba a cada individuo. ¿Cuántos de ellos serían pretendientes de Astrid? Todos admitían que era una belleza, pero ninguno se atrevía a confesar su amor por ella, aunque estuviese seguro de que más de uno la amaba.
Tal vez se había involucrado demasiado, estaba demasiado preocupado por ser lo más precavido posible con la relación con Astrid que no había sido consciente de que muchos podrían estar esperando al momento perfecto para declararse.
Eso le provocaba mucha angustia por tener la posibilidad de perderla, aunque ella le había asegurado que le amaba y no solo eso se lo había demostrado con total confianza, en la forma que le miraba, como le hablaba y sobre todo la forma en la que le hacía sentir.
Se tomó el tiempo suficiente para seguir su camino y cuando lo hizo vio de lejos a la rubia que tenía en mente. Llevaba puesto un vestido sencillo pero que con ella, parecía una valkiria.
Se limitó a acercarse disimuladamente hacía la dirección en la que se encontraba ella. Para él, ella y su mejor amigo era todo lo que necesitaba.
— Hola — le saludó sin dejar por un momento de observarla.
— Hola — tragó saliva ella, de repente todas las vistas estaban puestas en ellos.
Aprovechó ese preciso momento para acercar sus labios con los de ella, lo que no se llevó solo la sorpresa de los aldeanos sino también la de ella. El beso era suave y delicado, era preciso y suficientemente desesperado para dar una idea de una pareja completamente enamorada.
Hiccup posó su mano en el vientre que estaba creciendo poco a poco, mientras ella enlazaba su mano con la de él. Poniendo al día a todo los presentes que creían saber todo lo que pasaba en aquella isla, pero apenas sabían nada.
—Esto... — empezó Patapez
— lo cambia... — continuaron los gemelos
— todo. — finalizó la frase Patán
La pareja se separó algo sonrojados, pero recuperaron el color natural enseguida y miraron a los jinetes de dragones que acababan de aterrizar en la plaza de la aldea, donde estos se encontraban.
— Espera, espera, espera, entonces ¿ Astrid no estaba muriendo?— preguntó uno de los gemelos.
— ¿De qué estáis hablando? — exclamó el líder
El equipo se miraron entre ellos y empezaron a reírse dejando más confundido a Hiccup. Como Astrid había dejado de ser parte de los jinetes de dragones, empezaron a suponer lo que había ocurrido. Los gemelos empezaron a rumorear que Astrid estaba muriendo y que por eso Hiccup se comportaba de una forma extraña. Patapez y Patán eran más realistas y creían que Astrid estaba comprometida con algún hombre, pero tampoco era muy claro pues ellos mismos admitían que aquello era casi imposible conociendo como era Astrid.
Mientras que Heather no decía nada, pues acababa de llegar a la isla y no quería interponerse en los asuntos que tenían. Pero todos estaban muy lejos de la realidad, solo estaba embarazada y con el líder del equipo y próximo heredero de Berk.
— ¡Oh por todos los dioses! — exclama Patapez — ¡Vais a tener un bebe!
Hiccup y Astrid se miraron con una ligera sonrisa, mientras eran sorprendidos por el grupo que corrieron a abrazarlos. Probablemente eran las personas más afortunadas de Berk, teniendo a un grupo que los apoyaba en todo momento hasta cuando lo pasaban mal.
Todos en el grupo tenían algo que hacía que fuese más completo. Por ejemplo, Patapez era cuidadoso con los detalles, luego los gemelos, aunque caóticos, ponían el humor en el grupo y Patán era bastante leal.
Cuando deshicieron el abrazo, todos les atacaron a preguntas y ellos trataron de contestar a todas las preguntas coherentes que hacían. Pero pronto dejaron de hacerlo cuando vieron la cara enfurecida del jefe. Hiccup sabía por sus expresiones que se había metido en un problema.
Abandonó el grupo y se acercó a donde estaba su padre con una mirada algo cohibida. Él y su padre se alejaron de los demás para tener su privacidad y es cuando todo explotó.
— Alguien me ha comentado que os ha visto a tí y a Astrid compartiendo un momento amoroso, ¿Es cierto?— le interrogó.
— Puede ser — se limitó a contestar.
— Entonces, admites que tienes un romance con ella.
— No. — contestó decidido — No es solo un romance, vamos a tener un bebé.
Aquello le dejó completamente descolocado, tal vez, podía admitir que tuviera un pequeño romance con ella. Pero él sabía perfectamente lo que significaba eso.
— ¿¡Cómo puedes ser tan irresponsable!? — exclamó enfadado el jefe de Berk
— ¿¡Cómo puede ser irresponsable amar a alguien!? — tartamudeó el joven.
El jefe caminó de un lado a otro como bien había hecho siempre que tenían alguna discusión, mientras que Hiccup permaneció en su sitio, tragándose todas las emociones que sentía.
Hiccup sabía que estaba intentando ser un buen padre, pero aquello no se le había dado muy bien, sobre todo al separarse de su mujer que había querido mucho y que estaba seguro de que aún la seguía amando.
Siempre pensaba más como jefe que como padre, porque se preocupaba por su tribu, haría cualquier cosa por ellos y eso era lo que admiraba de su padre. Pero no podía decir que era bueno escuchando, ni que era demasiado cabezota. Tampoco podía decir que le aceptaba como hijo, seguía pensando que quería que fuese como los demás, pero Hiccup sabía que no podía ser tan valiente ni fuerte como su tribu.
— Dile que no puedes hacerte cargo del bebé y cásate con Heather— le ordenó no como padre, sino como el jefe de Berk.
— No pienso hacer tal barbaridad.
— Haz lo que te digo o yo me encargaré de casarla con alguien que la acepte — le amenazó.
Hiccup agacho la cabeza y no dijo nada más antes de marcharse del lugar, sin ninguna dirección aparente. ¿Cómo iba a hacerle eso a su amada Astrid?
¡Hola!
Primero de todo quería deciros que esta historia fue publicada hace 3 años y es que ya ha pasado mucho tiempo desde entonces. Al releer el fanfic, me he dado cuenta que la manera en la que había escrito esta historia distaba de ser la mejor, porque tengo que admitir que lo escribía apresuradamente para que tuvierais alguna actualización y por eso hay muchas cosas que no están muy pulidas.
Pero pese a ser consiente de eso he pensado en publicarlo tal como esta, porque todos tenemos nuestras épocas de escritura y hay que admirarlas tal y como son, no por eso son malas o pobres.
Os debo agradecer a vosotros, muchas gracias por vuestro apoyo.
Espero que os haya gustado y nos vemos en el próximo capitulo.
Un saludo
Darkhipo_
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El Despertar De La Deshonra De Berk
FanfictionHa despertado, la voz que se prometió no volver a escuchar. Esa vocecicilla que arrastraba las tormentas hacia él, para que sufriera hasta su existencia. La voz de su pasado, pidiendo auxilio.