El Mundo Tal Como Lo Conocíamos

Capítulo 24: Escape

El primer día en Azkaban fue el más largo de la vida de Harry. Inmediatamente después de que Sirius y Ginny se fueran, un resfriado descendió sobre la celda. Los efectos de los dementores estaban regresando lentamente, sin importar cuánto Harry intentara bloquearlos de su mente. Los gritos de su padre y los gritos de su madre se hacían cada vez más fuertes cada vez que un dementor pasaba por la celda.

—¡Lily , coge a Harry y vete! ¡Es él! ¡Ve! ¡Corre! Yo lo detendré...

Risa malvada. "¡Avada Kedavra!"

Se oyen sonidos de alguien tropezando al salir de una habitación, una puerta abriéndose de golpe...

—¡Harry no! ¡Harry no! Por favor, haré lo que sea...

" ¡Hazte a un lado! ¡Hazte a un lado, muchacha!"

—¡No ! ¡Harry, no! ¡No te lo permitiré!

Una carcajada aguda y la voz de Voldemort repitiendo una vez más la maldición asesina...

Cuando un dementor se acercó, también se vio obligado a revivir otros recuerdos terribles de su vida: Hermione gritando mientras el troll se cernía sobre ella, con el garrote en alto. Ron tendido pálido e inmóvil después de la partida de ajedrez encantada. Dudley y su pandilla burlándose de Harry. Sirius cayendo a través del velo. Ser expulsado del quidditch por Umbridge. Tío Vernon, con la cara roja, gritando sobre algo que Harry había hecho o no había hecho.

Harry luchó desesperadamente por mantenerse a flote en el mar de malas experiencias. Algo le llamó la atención: estaba creciendo, volviendo a cambiar. Desesperadamente, buscó a tientas otro frasco de Multijugos y metió un mechón de pelo de Ginny en él. Se sentía bien concentrarse en algo tangible. Apuró rápidamente el frasco y sintió que se encogía de nuevo. Justo a tiempo, porque se oían pasos en el pasillo. Un momento después, McNair pasó por la puerta y los pasos se alejaron.

Harry metió la botella vacía en la pequeña caja. ¿Había pasado solo una hora? Parecía que había pasado un día entero desde que Sirius había atravesado la puerta de la celda. Harry se preguntó si Sirius y Ginny ya habían llegado a un lugar seguro. Si los hubieran descubierto antes de salir de Azkaban, seguramente Ginny ya habría sido arrastrada de regreso.

Con una sensación de frío en el estómago, Harry se dio cuenta de que el Dementor estaba regresando.

La tía Marge insultaba a sus padres muertos. Una voz aguda y fría decía: "Matad al de repuesto". Cedric yacía sin vida en el suelo. Voldemort se levantaba del caldero. El tío Vernon empujaba a Harry hacia el armario por algo que no había hecho. Hermione yacía petrificada en la cama del hospital.

Y así fue. A cada hora, Harry salía de sus pesadillas gracias a los efectos finales de la poción multijugos. A cada hora, tomaba más poción multijugos antes de que el dementor regresara y se hundiera de nuevo en la interminable sucesión de los peores recuerdos de su vida. Y a cada hora se preguntaba cómo alguien podía sobrevivir una semana, y mucho menos diez años de esto. No era de extrañar que la mayoría de la gente saliera de Azkaban hecha una furia.

Ginny estaba tumbada delante de la estatua de Slytherin mientras Riddle invocaba al basilisco. Una manada de acromántulas se acercaba a Ron y Harry. Dumbledore estaba bebiendo la horrible poción. Los inferi arrastraban a Harry hacia el lago negro y helado. Un centenar de dementores se acercaban a Harry y Hermione mientras Sirius sangraba en el suelo. Snape gritaba "Avada Kedavra". Dumbledore caía como un muñeco de trapo por las almenas. El veneno del basilisco se filtraba en sus venas... Se estaba muriendo...