Construye tu propia salvación.

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Dedicado a @Imagine_girl

"Resulta que en su pueblo había un hombre que tenía caballos que trabajaban, los ayudaban a cosechar sus cultivos.
Un día, su capataz se presentó muy nervioso y le contó que el mejor caballo que tenían había caído en un agujero muy profundo y no veía la manera de sacarlo.
Cuando se enteró, aquel hombre, junto con la comitiva del poblado, acudió rápidamente al pozo para ver con sus propios ojos cuál era la situación del preciado caballo. La suerte fue que el animal, pese a haber caído en el agujero, no se había hecho daño ni roto ninguna pata, pero el hombre captó enseguida la gravedad del asunto.
Se dio cuenta de que sacarlo de allí sería una tarea difícil y muy complicada debido a la profundidad del hoyo.
Se puso a dar vueltas a la abertura, reflexionando sobre lo que debía hacer.
No podían sacarlo porque, para tirar de él, habría sido necesario movilizar al resto de los caballos, que estaban utilizando para trabajar en el campo.
El frío y la nieve no tardarían en aparecer, las cosechas del poblado no iban muy bien y, sopesando los riesgos y los esfuerzos de la operación, tomó la decisión más dura.
Ordenó a su capataz que sacrificara el caballo enterrandolo en el pozo, rellenando este de tierra. Pensó que era mejor que muriese por falta de aire que de hambre, lentamente, porque tampoco podían ir dándole comida. Así que empezaron a echar tierra. Al principio, el animal, con la cabeza gacha, soportó estoicamente la lluvia terrosa que le caía encima, pero cuando ya hacía largo rato que los hombres arrojaban tierra sin miramientos sobre su lomo, se oyó el relincho del caballo, que alzó la cabeza orgullosamente hacia el cielo y se sacudió la arena de la crin, mientras con las patas traseras intentaba dar coces.
Al ver la actitud desafiante del animal, el capataz decidió redoblar el contingente de hombres, y de ocho pasaron a dieciséis los que echaban tierra sobre el animal.
Repitieron la operación infinidad de veces pero no lograban enterrar el caballo, al contrario. Consiguieron el efecto opuesto del que buscaban. Cuanta más tierra le echaban, menos profundo era el hoyo.
El agujero que había de ser la tumba del caballo acabó siendo lo que propició su salvación, porque se sacudía la tierra y sobre la pila que se iba formando pudo ir subiendo hasta la superficie."

Piensa que la tierra que cae sobre el caballo hace menos profundo el agujero. Aprende a sacar partido. No dejes que te entierre, utilízala en tu propio beneficio para seguir adelante.

Gracias por apoyarme y darme ánimos <3
Se te quiere, preciosa.

Sentimientos escondidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora