𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈𝐈𝐈

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Ansiedad y Temor se quedaron acostados bajo el cielo estrellado del mundo interior de Riley, disfrutando de la tranquilidad y la compañía del otro.

Después de un rato, Temor se separó suavemente de su agarre de Ansiedad, mirando las luces titilantes arriba.

Temor - ¿Sabes? Siempre me han fascinado las estrellas — dijo, rompiendo el silencio con una sonrisa melancólica.

Ansiedad parpadeó, sorprendida por la confesión.

Ansiedad - ¿En serio? No sabía que te gustara la astronomía. — Temor asintió, su mirada aún fija en el cielo.

Temor - Sí, me encanta. De hecho, he pasado mucho tiempo leyendo sobre el espacio, las estrellas, los planetas... Todo eso. Incluso a veces controlaba a Riley para que mirase la Luna o las estrellas cuando se despertaba a media noche y tenía miedo.

Ansiedad observó a Temor con una nueva apreciación. Era extraño verlo hablar con tanta pasión sobre algo, y esa pasión irradiaba una calidez que nunca había asociado con él.

Ansiedad - Wow Temor, eso es increíble. —dijo Ansiedad, su tono lleno de admiración—. ¿Qué es lo que más te gusta de ello?

Temor sonrió, sus ojos brillando con una chispa que rara vez mostraba.

Temor - Creo que lo que más me gusta son las estrellas, esa sensación de infinitud. Las estrellas nos recuerdan que hay un universo vasto y misterioso allá afuera. Es un recordatorio de que, a pesar de todo, somos parte de algo mucho más grande. Aunque lo primero que me llamó la atención fue el hecho de que aunque el espacio sea muy oscuro y misterioso, las estrellas están ahí brillando, dando luz y haciéndome sentir menos solitario y más protegido.

Ansiedad se sintió conmovida por la profundidad de las palabras de Temor.

En ese momento, él no era solo el compañero nervioso que conocía tan bien, sino alguien con una perspectiva profunda y apasionada.

Ansiedad - Nunca lo había pensado de esa manera —murmuró. — Siempre me he sentido abrumada por lo desconocido, pero verlo como algo grande y hermoso es una forma diferente de pensar.

Temor asintió, animado por la apertura de Ansiedad.

Temor - Es fácil sentir miedo ante lo desconocido, mírame a mí, pero también hay belleza en ello. Las estrellas me enseñaron que, a veces, lo desconocido puede ser asombroso y maravilloso, no solo aterrador.

Ansiedad giró su cabeza para mirar a Temor, sintiendo una conexión más profunda con él.

Ansiedad - Gracias por compartir esto conmigo, Temor.

Temor apretó suavemente el hombro de Ansiedad, sonriendo con ternura.

Temor - Me alegra poder compartirlo contigo, Ansiedad. Eres la primera que sabe de esto.

Ansiedad levantó la vista, observando las luces. Temor notó que la mano de ella descansaba cerca de la suya.

La proximidad de sus dedos le hizo sentir un ligero cosquilleo, una mezcla de nerviosismo y deseo de consuelo.

Lentamente, con una delicadeza casi imperceptible, comenzó a mover su mano hacia la de ella.

Ansiedad también sintió la presencia de la mano de Temor. Su corazón latía un poco más rápido, una sensación de calidez y confort mezclada con su nerviosismo habitual.

Sin embargo, esta vez, el nerviosismo no era abrumador. Era un tipo de nerviosismo que traía consigo una sensación de esperanza y conexión.

Sus dedos se rozaron ligeramente al principio, un contacto tan suave que casi parecía accidental. Ambos sintieron una corriente eléctrica recorrer sus cuerpos, una señal de la conexión profunda que compartían.

𝐄𝐜𝐥𝐢𝐩𝐬𝐞 𝐃𝐞 𝐀𝐦𝐨𝐫 // 𝐀𝐍𝐗𝐈𝐅𝐄𝐀𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora