Ｐｒｏｔｅｇｅｒ

Capítulo 3: Resolución

Harry vio brevemente lo que parecía una pequeña ciudad de paredes blancas antes de que lo arrastraran a toda prisa a través de otra puerta. Se dio cuenta vagamente de que la puerta tenía un trozo de papel pegado con la palabra 'Hogar' escrita. Lo siguiente que supo fue que se encontraba en una sala cavernosa con poca luz y llena de gente correteando, la mayoría con batas blancas de laboratorio.

A su entrada, sin embargo, los hombres de bata blanca se volvieron para mirarlo con ligera curiosidad antes de dedicarle una amplia sonrisa. Harry pudo ver la sinceridad en sus expresiones, pero eso no calmó su confusión. ¿No estaba hace un momento en un callejón? ¿En Londres?

Aunque estaba acostumbrado a extraños métodos de transporte instantáneo como los trasladores y los polvos Floo, así como a la conciencia de la aparación, pero nunca antes había oído hablar del modo de 'luz blanca brillante que conduce a una ciudad extraña a través de puertas'. Esto era definitivamente nuevo. ¿Y esta gente no eran muggles? Eso era lo único que le impedía dirigir su varita hacia el hombre que le agarraba por los hombros. Ni siquiera había pasado un año desde su última audiencia del Ministerio; no tenía muchas ganas de otra.

Después de ser conducido a través de un laberinto de pasillos, los hombros de Harry fueron finalmente liberados del agarre de Komui. El hombre no había dicho ni una palabra a pesar de todas las preguntas de Harry y, como era de esperar, el mago estaba harto.

"¿Qué diablos está pasando?", exigió, mirando furioso a los hermanos una vez que por fin se había liberado. Se encontraba en una habitación que parecía haber sido alcanzada por una bomba: había papeles esparcidos por todo el escritorio y el suelo, y podía percibir claramente el olor a café rancio.

Komui levantó las manos para tranquilizar al chico. "Tranquilo, Harry, tranquilo. Te lo explicaré todo ahora que estamos en un lugar seguro". Harry notó cómo el hombre había vuelto a cambiar a 'modo serio' y encontró los bruscos cambios en su personalidad bastante desorientadores. Por el rabillo del ojo vio que Lenalee tomaba asiento y apartaba una enorme pila de papeles, así que el chico hizo lo mismo. Supuso que por fin obtendría respuestas, y cuanto más detalladas, mejor.

"Ahora estás en la Orden Negra", explicó Komui apoyándose en su escritorio, "es un lugar seguro para todos los que participan en la organización, ya sean exorcistas, como mi querida Lenalee", señaló a Lenalee, que sonrió e inclinó la cabeza hacia un lado, "o científicos que trabajan en nuevos inventos para ayudar a los exorcistas en sus batallas, o buscadores que buscan información antes de enviar a un exorcista a una misión. Soy el Jefe Komui, y estoy a cargo del Cuartel General aquí en Europa".

"Todavía no me has explicado qué es exactamente un exorcista". A Harry le dolía la cabeza de intentar retener la información que le estaban dando. "Y has dicho que soy un acomodador, ¿qué significa eso?".

"Un acomodador es alguien que puede resonar con una parte particular de la Inocencia. La Inocencia reacciona a ellos y a nadie más. A su vez, el acomodador puede activar la Inocencia para usar su poder. Si esta daga-espejo tuya te ha respondido, significa que tú debes ser su acomodador, y sólo tú puedes ejercer su poder. El poder de la Inocencia es lo único que puede derrotar a nuestros enemigos; los akumas, los Noé y el Conde".

Tras sus ojos, Harry imaginó brevemente el día en que Hagrid había derribado la puerta de una vieja choza en una pequeña isla. Recordó que le habían dicho que era un Mago, que tenía poderes que los demás no podían soñar. No podía deshacerse de la sensación de deja vu que le producía esta situación. Tuvo que volver a la conversación que Komui estaba manteniendo.

"...Así que si tu índice de sincronización es lo suficientemente alto, serás alistado en la división Exorcista y entrenado como tal para luchar contra los akumas". Komui terminó por fin.