En esta historia de romance, dos personajes se enamoran de la misma persona. Sin embargo, uno de ellos decide dar un paso atrás y rendirse para que su mejor amigo tenga la oportunidad de intentarlo.
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Observé al chico; era bastante alto para ser de primer año.
"¿Eh? Sí, dime."
"Soy Lev Haiba, ¿y tú?"
"Oh, yo soy Sunhi Morisuke." Aparté la mirada para seguir en lo mío."
Oye, ayer te vi sola. ¿Quieres pasar el rato conmigo?" sonrió, levantándose de su silla y acercándose a mi mesa.
"Quizás, lo pensaré."Observé al chico nuevamente, impresionada por su altura.
"Sabes, para ser de primer año eres súper alto."
"Y tú, para ser de primer año, eres bastante enana," comentó con tono burlón.Lo miré molesta, me levanté de mi puesto y le di una patada.
"¿Qué dijiste?"
"¡Nada!" dijo Lev, acariciando su cintura y mirándome un poco asustado.
"Qué agresiva," susurró.
"Oye, sí te escuché,"
dije, mirando a Lev y poniéndome de puntillas, tratando de quedar a su altura.
"¿Por qué tienes que ser tan alto?"
No nos habíamos dado cuenta de que la mayoría de los estudiantes ya habían llegado y nos miraban raro.
"Esto seguirá en el receso, Lev,"
dije, sentándome en mi puesto.
La clase hoy ha sido normal, aunque un poco aburrida. Odio matemáticas. Nunca entiendo nada de esa materia. Ya había sonado la campana para ir al receso y la mayoría de los estudiantes salían.
En el receso, Lev se acercó a mi mesa, claramente un poco más cauteloso esta vez.
"Oye, lo siento si te molesté antes," dijo, rascándose la cabeza.
"Solo estaba bromeando." Lo miré, aún un poco molesta, pero también un poco curiosa.
"Está bien, solo no vuelvas a llamarme enana." Mientras saliamos del salon
Él sonrió, aliviado. "Trato hecho. ¿Qué te parece si empezamos de nuevo?
"Antes de que pudiera responder, Kuroo y Kenma se acercaron a los pasillos de mi salon. Kuroo, con su habitual sonrisa burlona, no perdió la oportunidad de comentar.
"¡Mira quién está haciendo nuevos amigos! ¿Cómo te llamas?"
preguntó, dirigiéndose a Lev.
"Soy Lev Haiba. ¿Y tú eres?"
"Kuroo Tetsurou, el placer es mío,"
respondió Kuroo, extendiendo la mano.Kenma, sin apartar la vista de su consola, murmuró un saludo.
La conversación fluyó entre ellos, y pronto descubrí que Lev estaba interesado en unirse al club de voleibol. Kuroo, siempre entusiasta, lo invitó a probar en el próximo entrenamiento.
