Era una tarde cálida de verano en el tranquilo parque de Greenwood, donde dos jóvenes, Alice y Lucas, se encontraban sentados en una vieja banca de madera. A su alrededor, los árboles susurraban con la brisa suave, y el canto lejano de los pájaros llenaba el aire. Aunque el entorno era hermoso, en sus corazones había un vacío que ni la naturaleza podía llenar.
Alice suspiró, mirando a su alrededor. "¿Por qué todos encuentran el amor tan fácilmente y nosotros no?" se preguntó en voz alta, sin esperar una respuesta. Sus manos estaban entrelazadas en su regazo, su mirada perdida en algún punto del horizonte.
Lucas, quien había estado mirando sus propios pies, levantó la vista y la observó. "Supongo que somos las sobras de este mundo," dijo con un tono sombrío.
Alice sonrió tristemente. "Todas mis amigas tienen novio," dijo. "Y nosotros somos los únicos que seguimos solos. Es como si estuviéramos destinados a estar así."
El silencio se apoderó del lugar por un momento, mientras ambos reflexionaban sobre sus palabras. Finalmente, Lucas rompió la quietud. "¿Y entonces, qué haremos?"
Alice levantó la mirada, una chispa de determinación en sus ojos. "¡Ya sé!" exclamó de repente. "Hay que jugar un juego..."
Lucas, intrigado, se inclinó un poco más cerca. "¿Qué juego?" preguntó, su curiosidad evidente.
"Yo seré tu novia por 30 días, y tú serás mi novio," respondió ella, con una sonrisa que iluminaba su rostro.
Lucas se quedó sorprendido, pero la propuesta le intrigaba. "Está bien," dijo, aceptando con una ligera sonrisa. "Supongo que no tengo nada mejor que hacer en estos días..."
Día 1
El primer día lo pasaron viendo una película de amor juntos. Sentados en el sofá de la sala de Lucas, compartieron risas y palomitas de maíz. La película, una comedia romántica clásica, parecía haber sido hecha para ellos. A medida que la trama se desarrollaba, Lucas y Alice se encontraron más cerca, riendo y comentando sobre las situaciones ridículas de los personajes.
"¿Te imaginas vivir una historia así?" preguntó Alice, con los ojos brillantes.
"Quizás nosotros también tenemos nuestra propia historia," respondió Lucas, mirándola con una sonrisa.
Día 4
En el cuarto día, fueron a la playa. Era un día perfecto, con el sol brillando y una ligera brisa marina refrescando el ambiente. Caminaban por la orilla, las olas acariciando sus pies descalzos. La risa de Alice se mezclaba con el sonido del mar, creando una sinfonía que Lucas nunca olvidaría.
"Me encanta el mar," dijo Alice, mirando hacia el horizonte. "Me hace sentir libre."
"Me alegra que estés aquí," respondió Lucas, tomando su mano. "Contigo, todo parece mejor."
Día 12
El duodécimo día, Lucas sorprendió a Alice con entradas para el circo. Entre risas y emoción, entraron en la casa de terror. Alice, asustada, agarró la mano de Lucas, buscando consuelo. Sin embargo, en un momento de pánico, también agarró la mano de otra persona, provocando una serie de risas nerviosas.
"¡Perdón!" exclamó Alice, riendo mientras soltaba la mano equivocada.
"No te preocupes," dijo Lucas, sonriendo. "Eso lo hizo aún más divertido."
Día 16
Dos semanas después, visitaron a un adivino en una feria local. El anciano, con ojos llenos de sabiduría, los miró fijamente antes de hablar. "Jóvenes," dijo, "no malgasten el tiempo que tienen juntos. Pasen el resto de su tiempo felices." Las lágrimas comenzaron a caer por las mejillas del adivino, como si supiera algo que ellos no podían entender.
"¿Qué quiso decir?" preguntó Alice, preocupada.
"No lo sé," respondió Lucas, tomando su mano. "Pero hagamos lo que dijo. Disfrutemos cada momento."
Día 20
El vigésimo día, Alice invitó a Lucas a ver una estrella fugaz. Bajo el cielo nocturno, ella susurró un deseo que él no pudo escuchar, pero sintió el peso de su sinceridad.
"¿Qué deseaste?" preguntó Lucas, curioso.
"No puedo decirlo," respondió Alice, sonriendo. "Si no, no se cumplirá."
Día 28
Cuando pasaron 28 días, tomaron un autobús a un lugar especial, un pequeño pueblo costero donde ambos habían pasado algunos veranos en su infancia. Mientras el transporte se movía bruscamente, sus labios se encontraron por accidente, en un beso que parecía unir sus almas.
Alice se sonrojó. "Lo siento, no quería..."
"No te disculpes," dijo Lucas, sonriendo. "Fue perfecto."
Día 29
El día 29, a las 11:37 PM, ambos jóvenes se sentaron en el mismo parque donde todo había comenzado. "Estoy cansado... ¿quieres algo de tomar?" dijo Lucas, levantándose.
"Jugo de manzana, por favor," respondió Alice con una sonrisa.
Veinte minutos después, un desconocido se acercó a Alice. "¿Conoces a un chico?" preguntó, nombrando a Lucas.
"Sí... ¿por qué?" respondió ella, sintiendo un nudo en el estómago.
"Un conductor ebrio lo atropelló y está en una situación crítica en el hospital," dijo el desconocido, con una voz llena de preocupación.
A las 11:57 PM, el doctor salió de la sala de emergencias y le entregó a Alice un jugo de manzana y una carta. "Lo encontramos en su bolsillo," dijo el doctor con suavidad.
Con manos temblorosas, Alice abrió la carta y leyó:
"Estos últimos días me he dado cuenta de que eres una chica muy especial y creo que me estoy enamorando de ti. Antes de que el juego termine, te quiero pedir que seas mi novia para siempre... Te amo..."
Las lágrimas comenzaron a caer por su rostro mientras desgarraba el papel, gritando: "No te puedes morir... yo te amo. Recuerdas cuando vimos la estrella fugaz, yo deseé que este juego nunca acabara. Por favor, no me dejes... ¡yo te amo! No me puedes hacer esto."
De repente, el reloj dio las 12, y el cuerpo de Lucas dejó de funcionar. Y así, en el día 30, el juego llegó a su trágico fin, dejando a Alice con el corazón roto y un amor que, aunque breve, había cambiado sus vidas para siempre. Cada vez que Alice regresaba al parque de Greenwood, podía sentir la presencia de Lucas a su lado, recordando los momentos que compartieron y el amor que floreció en tan poco tiempo.
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un Juego De 30 Días
RomanceEn "Un juego de 30 días", dos jóvenes solitarios deciden simular ser novios durante un mes para combatir su soledad. Lo que comienza como un juego ligero se transforma en una profunda exploración de emociones y conexiones inesperadas, llevando a amb...