Entre páginas y Suspiros

Capítulo 1: Encuentro en la Librería

Paula solía visitar la pequeña librería del centro todos los viernes por la tarde. Era su refugio después de una larga semana de trabajo. Esa tarde de primavera, mientras el sol se colaba tímidamente por los ventanales, Paula se dirigió a la sección de novelas. Había escuchado maravillas sobre un libro en particular y estaba decidida a encontrarlo.

Mientras recorría los estantes con la mirada, sus ojos se encontraron con los de un joven que parecía estar buscando algo con la misma intensidad. Paula se sintió ligeramente nerviosa al notar que él también se acercaba a la misma sección. Cuando sus manos tocaron el mismo libro, ambos rieron nerviosos.

—Parece que tenemos el mismo gusto en lecturas —dijo él con una sonrisa amable.

—Sí, parece que sí —respondió Paula, devolviendo la sonrisa.

El joven se presentó como Adrián y, después de una breve conversación, Paula supo que él también era un apasionado de la lectura. Adrián le ofreció el libro con un gesto caballeroso, pero Paula insistió en que lo tomara él.

—Podemos compartirlo —propuso Adrián—. Tú lo lees primero y luego me lo pasas. Así tenemos una excusa para volver a vernos.

La sugerencia tomó a Paula por sorpresa, pero aceptó encantada. Cambiaron números de teléfono y prometieron encontrarse de nuevo en la librería la siguiente semana. Antes de irse, Adrián le pidió a Paula que le recomendara un libro mientras tanto. Paula eligió uno de sus favoritos y se lo entregó con una nota escrita en la primera página: "Para que pienses en nuestra próxima conversación."

La semana siguiente, Paula no podía dejar de pensar en Adrián. Se preguntaba si él realmente aparecería o si todo había sido un encuentro fortuito sin más. Sin embargo, al llegar a la librería, allí estaba él, esperándola con una sonrisa y el libro en la mano.

—Espero que te haya gustado mi recomendación —dijo Paula.

—Me encantó —respondió Adrián—. Tienes un excelente gusto.

Pasaron la tarde juntos, hablando sobre sus libros favoritos, sus autores preferidos y la magia de las historias que los conectaban. La química entre ellos era innegable, y aunque ninguno lo dijo en voz alta, ambos sintieron que ese encuentro casual en la librería podía ser el comienzo de algo especial.

Así, entre páginas de libros y conversaciones interminables, Paula y Adrián iniciaron una conexión que prometía convertirse en una historia digna de ser narrada. La librería, con sus estanterías repletas de historias, había sido el escenario perfecto para el primer capítulo de su propia novela de amor.