Between 2 [Harry Styles, Luke Hemmings] (TERMINADA)

Capitulo 19

Harry

Los hospitales son una mierda. Y todo lo que hay en ellos también. Las paredes tan blancas y pulcras, el silencio de la sala de espera, el llanto de un niño o simplemente la cara de todas las personas que hay en él. Lo detesto. Es como si en la puerta ya hubiera un cartel gigante en el que pone "Hola, la muerte te da la bienvenida". Y eso me da náuseas y me hace pensar en mi madre. Y en que es una mierda tener que venir dos veces en semana aquí con ella. Y no por mi, si no por ella. Odio verla así. Ha hecho cosas que jamás le perdonaría, es verdad, pero no se merece esto por nada en el mundo. Nadie se lo merece. Cierro los ojos cuando se agacha hacia un lado para volver a vomitar por segunda vez en menos de una hora. Le acaricio la espalda y me agarra la mano.

-Estoy bien.-me responde a duras penas pero yo no sé que contestarle porque sé que no lo está.

Me llevo el cacharro de plástico para limpiar la pota. Esto es realmente asqueroso. Cuando vuelvo con ella una enfermera la está ayudando a quitarse todos esos tubos. Mi madre le da las gracias y esta se marcha.

-¿Qué quieres hacer? Podemos comer fuera.-me encojo de hombros.

-Estoy cansada, quiero ir a casa.

Asiento y salimos de aquel horrible lugar que por suerte ya no lo tendremos que volver a ver hasta la semana que viene. 

-El martes tengo revisión.-me informa abrochándose el cinturón.

-¿Crees que estará mejor?-pregunto nervioso.

Se me hace tan...extraño, por decirlo de alguna manera. Me he pasado toda mi vida viviendo con mi padre durante nueve meses y luego pasaba todo un verano aquí. Veía a mi madre y parecía tan fuerte. Era muy fuerte. No lloraba cuando me dejaba en el aeropuerto sabiendo que iban a pasar otros nueve meses hasta que me volviera a ver y eso es algo que siempre admiré de ella y que siempre quise heredar pero ahora, ahora todo es diferente. Es tan frágil. Y siento la necesidad de cuidarla como si fuera lo más imprescindible en mi vida, como si fuera tan frágil que con tan solo rozarla se fuera a romper, cuando ella me dio a las primeras de cambio. Decidio que yo debía vivir en la otra punta del país, sin ella.

-Harry.-me da un golpecito en el brazo.

-¿Qué pasa?-aparto un momento la vista de la carretera para mirar su ojos verdes que ya a penas tienen brillo.

-¿Qué tal está Conny?

-Hmm...bien, supongo.-vuelvo a centrarme en el camino.

-¿Has hablado con ella?

-El otro día.

-¿Y qué tal le van las clases?

-Bien.-me encojo de hombros.

Los dos días que Conny estuvo aquí vi a mi madre más feliz que nunca. Creo que a ella también le parecía imposible que por fin hubiera encontrado a alguien que me quisiera de verdad, ahora no sería capaz de decirle que la he dejado. Eso la destrozaría, aunque no más que a mi. Solo de pensar que se la he servido a Luke en una bandeja de plata me dan náuseas.

-¡Harry!-oigo gritar a mi madre.

Cuando vuelvo a centrarme en la carretera un coche viene de frente y giro bruscamente el coche pero por suerte no me salgo de la carretera.

-Dios, Harry, ¿qué te pasa?-pregunta mi madre asustada.

-Nada. Lo siento.

Dejo el coche delante de la casa de mi madre y entramos en la casa por la puerta de atrás. Me voy directo a la nevera a por una cerveza. No sé que coño me pasa estos días que no me centro. Saco mi móvil y le mando un mensaje a Liana.

-¿Qué quieres comer?-pregunta mi madre echando un vistazo a la nevera detrás de mi.

-En realidad tengo que irme, tengo clase.

Le doy un beso en la mejilla y salgo de casa. Miro mi móvil, Liana no me ha contestado pero espero que lo haya leído. Camino durante quince minutos hasta que llego al bar de siempre. Entro y pido una copa. Mierda. Solo son las tres. Creía que esto lo tenía superado, pero ya veo que no. Justo cuando me la termino y pido otra escucho la puerta. Me giro y veo a Liana que se acerca a mi inmediatamente y me aparta la copa que acaban de servirme.

-¿Qué coño haces?-pregunta dejando su pila de libros sobre la barra.

-Ahogar mis penas.

-Si quieres hablar, hablamos pero no voy a permitir que bebas. Y menos si tenemos clase en una hora. Vamonos.-me agarra del brazo bajandome del taburete y con la otra vuelve a coger sus libros.