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𝕻RÓLOGO

𝐇ace 3 meses que no se de él, 3 meses, una semana y un día para ser exactos.

Se que se mudo de ciudad y que tiene una vida nueva desde que nos separamos, cosa que me destroza. A vuelto a su ciudad natal, cuando estábamos acostados en la cama hablando siempre me hablaba de lo mucho que añoraba su casa y amigos, que había dejado para venirse conmigo. O cuando estamos discutiendo me dice que nunca tendría que haber salido de su hogar y que todo era mi culpa.

Soy una chica no muy llamativa, no tengo nada memorable física ni psicológicamente, tampoco una reputación. Soy como un ser moldeable a la situación y a los demás, mi personalidad se basa en mentir y no hay nada real en mi, no fui real ni con Ryan.

Lo conozco desde secundaria y aunque él no me recuerda , yo siempre estuve con él; en su clase, en la cafetería, en la foto del anuario... Pero él lo niega. Después de secundaria acabé con él en una fiesta, sinceramente no sé qué vio Ryan en mi, quizás me vio tonta e infantil o una desconocida menor que él para pasar la noche, justo lo que quería transmitir. Me gusta recordar ese día porque no me conocía como lo hace ahora, me podía mirar a los ojos sin apartarlos con disgusto y el ceño fruncido.

Y entonces, terminamos juntos por 3 años y fui la mujer mas feliz del mundo, ya no soñaba con hombres de rostro borroso, soñaba con el y todavia sueño con el. Vivíamos juntos y nos veíamos por las noches, nos llamábamos en nuestros descansos y chateabamos a escondidas. Además me llevaba a comer con su familia e íbamos al cine cada fin de semana...

- ¿Estás ahí? - Llamaron desde el otro lado de la puerta, aporreando. Maldije en bajo mientras caminaba para abrirla.

- ¿Qué? - Pregunte abriendo la puerta, Lucy pasó sin nisiquiera preguntar.

- Nada, tengo hambre - Ya estaba en la cocina abriendo la nevera, yo la mire sin decir nada, no es la primera vez que hace eso. - ¿Qué tal con lo de Ryan? - Mi Ryan, apreté los labios al recordar su rostro como un flash en mi mente.

- Bien, sigo viva. - Lucy se sentó en el sofá al ver que no encontraba nada, yo me senté al lado de ella.

- No sabes lo que he encontrado. - Mis ojos y los suyos por fin hicieron contacto visual, Lucy era una chica bellísima y envidiable; ex modelo y ahora sale en la televisión criticando y discutiendo con gente, algo que se le da de puta madre. - Bueno, he encontrado algo que te podria gustar

- No. - Me aleje de ella, incrédula y ella asentía con la cabeza mientras reía. Me enseñó un papelito donde estaba algo escrito. - Lucy, no puedo.

- Llevas semanas lloriqueando por ese hijo de puta. - Me agarró la mano a la fuerza y dejó el trozo de papel en mi mano. - Haz algo.

-... Vale.

Lucy cambió de tema y siguió parloteando. Yo miraba a ese trozo de papel con terror, ¿Que tenía que hacer? El no me quiere ver desde lo que pasó.

El no me quiere ver.

Y yo a el si.

( . . . )

- 𝐸stoy ocupado, ya te llamaré más tarde  - Contesto el contestador automático.

- ...¿Ryan? - me atrevi a hablar por fin.

-... ¿Quién eres? - Me quedé en silencio y colgué el teléfono. No me esperaba que descolgara el teléfono.

Respire como si hubiera aguantado la respiración por horas, escuchar su voz y que no me reconociera me devastaba. Estaba sentada en la parte de detrás de la cafetería donde trabajaba, llorando desconsolada y de manera ruidosa, pero nadie me miraba cuando pasaban delante el callejón.

ㅤ𓆸       inmemor𝗮𝗯𝗹𝗲ㅤDonde viven las historias. Descúbrelo ahora