Min Yoongi es declarado por su familia como el omega perfectamente imperfecto, a sus cortos 24 años. Se preguntarán, ¿por qué? Porque no ha tenido ningún tipo de pareja estable hasta el momento, y ha rechazado a más de alguno en el trayecto.
Su cerr...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Solo... solo como una posibilidad —susurró Taehyung, su voz temblorosa pero determinada evitando que el omega saliera de la habitación—. ¿Podría haber un "nosotros"?
Yoongi sintió un nudo en la garganta. No respondió de inmediato. Su omega se removió inquieto dentro de él, sintiendo el peso de esas palabras más de lo que quería admitir.
Taehyung había dicho para sí mismo que no pelearía por él, que podían ser simplemente amigos, amigos que compartían un hijo. Pero ahora dudaba.
No. Siempre había dudado.
Porque, aunque le confundiera aceptarlo, quería a Yoongi. No solo por la conexión que compartían, sino porque, en lo más profundo de su ser, sabía que aún quedaban rastros de ese anhelo silencioso que alguna vez existió entre ellos. Aunque no hubiese llegado a nada. Aunque ahora estuviera roto.
Yoongi inhaló lentamente, sintiendo su pecho subir y bajar con esfuerzo. No podía permitir que el aroma de Taehyung lo afectara más de lo necesario. Su celo estaba cerca, y lo último que necesitaba era que su cuerpo lo traicionara.
—¿Por qué quieres que haya un "nosotros"? —preguntó al final, su voz más débil de lo que hubiera querido.
Taehyung lo miró, sus ojos reflejando una emoción que Yoongi no estaba listo para descifrar.
—Porque durante todos estos años... nunca pude sacarte de mi mente.
Yoongi entrecerró los ojos, exhalando por la nariz con frustración. Quería odiarlo por su sinceridad tardía, por soltar palabras que ahora no sabía cómo manejar. Pero más que eso, quería que su corazón dejara de latir con tanta fuerza ante su cercanía.
Quería odiarlo, sí, pero Taehyung estaba ahí, intentando redimirse.
—Escucha... soy independiente, Taehyung —comenzó, con un tono firme pero sin dureza—. No tengo que preocuparme por cosas como las cuentas o los gastos. Vivo una vida en la que puedo ser quien quiero sin dejar de lado a mi familia. Si no puedes seguirme el ritmo, no te arriesgues. Porque no quiero sentirme atado a una casa a la que debería llamar hogar.
Taehyung apretó los labios.
—Yo...
—No quiero lo que sea que llaman una familia tradicional aquí —continuó Yoongi, sin darle oportunidad de hablar—. Quiero poder vivir mi vida mientras estoy con mi familia. ¿Lo entiendes?