Azul || Alex Quackity

CDMX

Pov's _______ Olvera

La Ciudad de México... o el Distrito Federal, como era conocido antes.
Si soy sincera, la CDMX no es mi favorita, siempre hay mucho tráfico, el aire está contaminadísimo y te tardas una hora en llegar a cualquier lugar, pero eso no quita que el centro es muy bonito y tampoco me quita lo bien que me la paso con Beto. Si vengo a CDMX es por él, no porque realmente tenga mucho que hacer aquí.

—¿Qué vas a comprar? —Preguntó Roberto.

Beto me hizo el favor de acompañarme en la travesía de comprar algo para Quackity.

—No sé —Contesté mientras caminábamos por afuera de las tiendas.

—Cómprale una camisa —Propuso.

—¿Y si no sé qué talla es?

—Ahí vemos cómo le hacemos, vente —Dijo y continuamos caminando.

Entramos a distintas tiendas, pero ninguna me convencía lo suficiente, mi última opción era Nike. Podría comprarle una camisa o una sudadera, tal vez un... un beannie o una gorra.
Me acerqué a la señorita del mostrador y pregunté:

—¿Hay beannies o gorras?

—Beannies no tenemos en existencia, las gorras se encuentran en el último pasillo —Indicó y yo agradecí.

Al verlas me di cuenta de que ninguna era del estilo de Alex.

Salimos de aquella tienda sin comprar nada; no había ninguna camisa que tal vez le podría haber gustado o, si quiera, una gorra.

—Me rindo —Dije mientras caminábamos.

—Vamos a comer, a lo mejor ves algo en el camino —Contestó Beto.

—Espero.

Otra pinche media hora caminando para llegar al restaurante en el que queríamos comer, que, por cierto, estaba hasta la madre.

—Vámonos a los pinches tacos de la esquina —Dijo Roberto y salimos del restaurante.

—Te dije que iba a estar hasta la madre, es quincena —Hablé y volteé a otro lado.

Un local del otro lado de la calle llamó mi atención.

Joyería Méndez.

—A ver, vamos a cruzarnos —Dije y tomé a Roberto de la mano para dirigirnos al paso de cebra.

En cuanto cruzamos, me dirigí a aquel local que parecía ser antiguo. Al entrar pude ver a un señor ya mayor detrás del mostrador.

—Buenas tardes —Saludó amablemente —¿Qué buscaba? —Preguntó y yo miré el mostrador de vidrio.

Había anillos, pulseras, medallas y cadenas. Nunca he visto a Alex con anillos; en cambio, sí lo había visto muchas veces con cadenas, y a veces con pulseras.

—¿Tiene cadenas para hombre? —Pregunté.

—Por supuesto —Se dirigió al mostrador de la derecha.

—Todas son de oro —Dijo mientras me acercaba a aquel mostrador.

Había varias cadenas, pero la que más me llamó la atención fue la que tenía una cruz.

—¿Me podría mostrar esta? Por favor —Pedí.

—Por supuesto —Aceptó y sacó aquella cadenita del mostrador.

Me convenció en cuanto la vi más de cerquita. Se le vería muy bien a Alex.

—¿Crees que le guste? —Le pregunté a Roberto.

—Yo creo que sí —Dijo mientras asentía levemente una y otra vez.

—Me da esta cadena, por favor —Pedí y el señor asintió.

—¿Para el enamorado? —Preguntó bromeando el señor mientras ponía la cadena en una cajita de terciopelo.

Reí levemente —¿Tú no quieres algo? —Le pregunté a Beto.

—No, así estoy bien —Negó de inmediato.

—¿Acepta tarjeta? —Pregunté.

—Por supuesto que sí, señorita —Dijo y me pasó la terminal.

Pagué, no diré cuánto, pero barata no fue.

—Cuando se casen, vienen a comprarme las sortijas —Dijo el señor mientras me daba la cajita y yo reí nasalmente.

¿Casarme con Alex?

—Todavía no somos novios —Dije con una media sonrisa.

—No se anima a decirle que le gusta —Habló Roberto.

—Te daré una frase que te puede ayudar —Dijo y sacó un papelito de en medio de un libro, para después entregármelo.

"Solo imagina lo precioso que puede ser arriesgarse y que todo salga bien".

—Aquí vendremos —Aseguré. —Muchas gracias —Agradecí y seguido de eso salimos de la tienda.

—¿Y si nos vamos a la casa, pedimos algo en Rappi y vemos South Park? —Propuse.

—Va —Aceptó.