A veces, la vida se comporta como el viento: desordena y arrasa. Algo susurra, pero no sé le entiende. A su paso todo peligra; hasta aquello que tiene raíces. Los edificios, por ejemplo. O las costumbres cotidianas.
Cuando la vida se comporta de ése modo, se nos ensucian los ojos con los que vemos. Es decir, los verdaderos ojos. El cielo se mueve más rápido que las horas. Y lo peor es que nadie sabe si, alguna vez, regresará la calma.
Así ocurrió el día que mi padre se fue de la casa. La vida se nos transformó en viento casi sin dar aviso. Recuerdo la puerta que se cerró detrás de su sombra y sus valijas. También recuerdo a mamá cerrando las ventanas para que adentro, algo quedara en su sitio.
-Le dije a Charlie que viniera con su hijo. Qué te parece?
-Me parece bien_ mentí.Mamá dejó de pulir la bandeja, y me miró:
- No me lo estás diciendo muy convencido.
-Yo no tengo que estar convencido.
-Y eso qué significa?_ preguntó la mujer que más preguntas me hizo a lo largo de mi vida.Me ví obligado a levantar los ojos del libro:
-Significa que es tu cumpleaños, y no el mío_ respondí.
Que mamá tuviera un novio era casi insoportable. Pero que ése novio tuviera un hijo era una verdadera amenaza. Otra vez, un peligro rondaba mi vida. Otra vez había viento en el horizonte.
-Se van a entender bien_ dijo mamá - Harry tiene tu edad.
Había pasado tiempo desde aquel viento que se llevó a mi padre. En casa ya estaban reparados los daños. Y hacía mucho que ya no encontraba gotas de llanto escondidas en los jarrones, disfrazadas de pedacitos de cristal. "Se me acaba de romper una copa" , inventaba mamá que, con tal de ocultarme su tristeza, era capaz de esas y otras hechicerías más.
Ya no había huellas de viento ni de llantos. Y justo cuando empezábamos a reírnos con ganas, aparecía un tal Charlie y todo volvía a peligrar.
Mamá sacó las masitas del horno. Antes del viento, ella las hacía cada domingo. Después pareció tomarle rencor a la receta, porque se molestaba con la sola mención del asunto. Ahora, el tal Charlie y su Harry habían conseguido que volviera a hacerlas. Algo que yo no pude conseguir.
-Me voy a arreglar un poco_ dijo mamá - Lo único que falta es que lleguen y me encuentren hecha un desastre.
- Que te vas a poner?_ Le pregunté, en un supremo esfuerzo de amor.
-El vestido azul.Mamá salió de la cocina y yo me quedé solo imaginando lo que me esperaba. Seguramente ése horrible Harry iba a devorar las masitas. También era seguro que iba a dejar sucio el jabón cuando se lavara las manos.
Pude verlo transitando por mi casa tratando de anticipar la manera de quedarse con mi habitación.-Por favor_ gritó mamá desde el otro lado - están llamando.
No tuve más remedio que abrir la puerta.
-Hola_ dijo Charlie asomado detrás de las rosas.
Yo miré a su hijo sin piedad. No era como lo había imaginado, traía puesta una camisa ridícula, un pantalón que le quedaba corto, y e increíblemente era totalmente hermoso.
Enseguida apareció mamá.
-Podrían ir a escuchar música a tú habitación_ sugirió.Cumplí sin quejarme. El chico me siguió en silencio. Me senté en una cama. Él se sentó en la otra.
No puse música porque no tenía nada que festejar, aquel era un día triste para mí. No me pareció justo, y decidí que también él debía sufrir. Entonces busqué una espina y la puse entre signos de pregunta:-Cuánto hace que se murió tu mamá??
Harry abrió grande los ojos para disimular algo.
-Cuatro años_ contestó.
Pero mi rabia no se conformó con eso:
- Y como fué??_ volví a preguntar.
Está vez entrecerró los ojos. Yo esperaba oír cualquier respuesta, menos la que llegó desde su voz entrecortada.
- Fue...fue como el viento_ dijo
Agaché la cabeza y dejé salir el aire que tenía guardado. Harry estaba hablando del viento.
-Es un viento que llega de repente y sé mete en todos lados??_ pregunté.
-Si, es ése.
- Y también susurra??
- Mi viento susurraba_ dijo Harry - Pero no entendí lo que decía.
-Yo tampoco entendí.Los dos vientos se mezclaron en mi cabeza.
Pasó un silencio.
-Un viento tan fuerte que movió los edificios_ dijo él - Y eso que los edificios tienen raíces.
Pasó una respiración.
- A mí se me ensuciaron los ojos_ dije
Pasaron dos.
-A mi también.
-Tu padre cerró la ventana?_ pregunté
-Si
- Mi madre también.Pasaron tres.
-Si quieres vamos a comer masitas_ le dije.
Porque Harry y yo teníamos un viento en común. Y quizás ya era tiempo de abrir las ventanas.
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Amores por el viento...L.S
FanfictionA veces la vida se comporta como el viento: desordena y arrasa. A su paso todo peligra; hasta aquello que tiene raíces. Harry y yo teníamos un viento en común. Y quizás ya era tiempo de abrir las ventanas. Inspirado en la historia "Amigos por el vie...