Capitulo 3

13 1 2
                                        

Los días fueron pasando convirtiéndose en meses. Harry y yo estábamos sumergidos en nuestro universo, sumergidos en nuestra propia ventisca, cómodos en nuestra calma.

Pero fuimos estúpidos, un poco descuidados, y demasiado ingenuos. Un gran tornado estaba allí a la vista, y a decir verdad, nunca lo vimos venir. Aunque a veces me pregunto si nos descubrieron o en el fondo queríamos ser descubiertos.

-"Estamos enamorados" _ grité por segunda vez.
Podía escuchar la respiración agitada de Harry mezclarse con los latidos de mi corazón, sentado a mi lado.

Mamá lloraba horrorizada, y él rostro de Charlie estaba transformado allí en algún rincón. Y de repente el viento fuerte comenzó a soplar, las ventanas y las puertas de pronto se abrieron y cerraron sin control, y la casa comenzó a temblar. Entonces un ardor en mi mejilla me hizo voltear con rapidez.

-Eres un asco!_ gritó la mujer mirando su mano roja por el fuerte golpe que me brindó.

Mi chico tomó fuerte mi mano y comenzó a llorar. Y ahora el hombre furioso se estaba cercando a nosotros.

- Tomen sus cosas y vayanse de aquí!_ gritó.
-Pa... papá_ Harry trato de discutir.
- No me llames así, desde ahora dejas de ser mi hijo, no quiero verte nunca más en la vida.

El tornado había venido cargado de lluvias, piedras y relámpagos. Destrozando todo a su paso, dos jovencitos, cuatro corazones y una casa llena de recuerdos.

Tomamos todo lo que pudimos cargar y salimos rápido de allí. En aquella habitación quedó mi álbum de música favorito, una foto de las tantas de la madre de Harry y nuestro amor declarado.

- A dónde iremos ahora?_ preguntó el chico a mi lado.
- Dónde nos lleve el viento_ respondí.
-No tengo familiares aquí, solo conozco a Marion_ dijo Harry después de unos minutos en silencio.
-Marion?
-Una vieja amiga de mi madre, ella nos ayudará.
-Vamos ahí entonces_ dije, y comenzamos a caminar.

Lloramos en completo silencio, volteando de vez en cuando hacia atrás, esperando un milagro que nunca sucedió. Nuestra calma se había roto en pedazos, y nuestra ventisca sé convirtió en huracán.

******

Marion nos recibió con un cigarro en una mano y un vaso de whisky en la otra.
Harry no le dió mucha información, solo le dijo que necesitábamos un lugar para dormir.

- "Si no cometieron ningún delito grave se pueden quedar"_ había dicho la mujer.

Nos dió una habitación pequeña con una sola cama para los dos. Y yo me pregunté como ella podía entender nuestra situación.
Nos recostamos y yo tomé a mi chico entre mis brazos, nos besamos y volvimos a llorar. Allí en una habitación casi vacía de una desconocida, sin nada más que dos valijas y con Harry temblando encima de mí, hice un juramento de por vida:

-"Tranquilo amor. Juro que jamás, pase lo que pase, jamás te dejaré, ni dejaré que te pase nada. Siempre cuidare de tí y haré todo lo que está a mi alcance para hacerte feliz. Curare todas tus heridas, las que se ven y las que no, las del alma y las del corazón. Te amo y prometo amarte por el resto de mi vida; porque eres mi dulce chico, mi buen amor, mi hogar para siempre, aquí, ahora y en cualquier lugar".

Harry se aferró a mí con mucho más fuerza y entre lágrimas y sollozos, se quedó dormido repitiendo una y otra vez "Te amo tanto Lou...tanto".

Amores por el viento...L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora