Capitulo 1

631 70 4
                                    

                    Una nueva alianza🐦‍⬛🌳🏰

Aemma Velaryon, con su largo cabello blanco y ojos de un profundo azul con destellos púrpuras, observaba el horizonte desde una de las torres de Rocadragón. El viento salado del mar azotaba su rostro mientras sus pensamientos se enredaban en las sombras de la incertidumbre. El castillo, normalmente su refugio seguro, ahora parecía un lugar de inquietud y decisiones difíciles.

La puerta de su habitación se abrió suavemente y Rhaenyra Targaryen, su madre, entró con una expresión solemne en el rostro. Aemma supo de inmediato que algo importante estaba a punto de ser dicho.

"Aemma," comenzó Rhaenyra, acercándose a su hija, "necesitamos hablar."

El corazón de Aemma latía con fuerza mientras su madre se sentaba a su lado. "¿Qué sucede, madre?"

"He tomado una decisión que nos ayudará a fortalecer nuestras alianzas y, al mismo tiempo, te mantendrá a salvo," explicó Rhaenyra, tomando la mano de Aemma con firmeza pero con ternura. "Te he prometido en matrimonio a Benjicot Blackwood, el joven señor de la Casa Blackwood. Él ha prometido su lealtad a nuestra causa a cambio de tu mano."

Aemma sintió un nudo en el estómago. La idea de casarse con un hombre que apenas conocía la llenaba de miedo y dudas. "¿Y por qué yo, madre? ¿Por qué tengo que irme?"

Rhaenyra la miró con ojos llenos de preocupación y amor. "Porque te amo, Aemma. Porque quiero protegerte. La situación en Desembarco del Rey es peligrosa. Los Verdes han demostrado que no dudarán en atacar a nuestra familia. Ya perdí a tu hermano Lucerys... No puedo perderte a ti también."

Las palabras de su madre calaron hondo en Aemma. Recordó el día en que Lucerys partió hacia Bastión de Tormentas y nunca regresó. Recordó la búsqueda desesperada y el doloroso hallazgo de su capa, flotando en las aguas. Las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas.

"Madre, no quiero dejarte," susurró Aemma.

"Lo sé, mi niña," respondió Rhaenyra, abrazándola con fuerza. "Pero esto es necesario. Jacaerys te acompañará a Raventree Hall para asegurarse de que llegues a salvo. Y también he decidido enviar a tus hermanos menores, Joffrey, Aegon y Viserys, al Nido de Águilas. Allí estarán protegidos bajo la guardia de Lady Arryn."

Aemma asintió, aún luchando con sus emociones. Sabía que su madre tenía razón, pero la idea de dejar Rocadragón y a su familia la llenaba de una profunda tristeza.

Más tarde, en la gran sala de Rocadragón, Jacaerys Velaryon se acercó a su hermana. "No te preocupes, Aemma," dijo con una sonrisa tranquilizadora. "Yo estaré contigo en todo momento. Raventree Hall es un lugar seguro, y Benjicot parece ser un buen hombre. Esta alianza es crucial para nuestra causa."

Aemma intentó sonreír, agradecida por el apoyo de su hermano mayor. "Gracias, Jace. Sé que lo haces por nuestro bien. Solo... todo esto es tan repentino."

Jacaerys asintió, comprendiendo sus sentimientos. "Lo sé. Pero juntos, superaremos esto. Y algún día, cuando todo esto haya terminado, podremos volver a estar juntos como una familia."

Con esas palabras de consuelo, Aemma se preparó para el viaje que cambiaría su vida para siempre. Mientras el sol se ocultaba en el horizonte, montó a su dragón Meraxes, el imponente dragón azul y dorado, y emprendió el vuelo hacia un futuro incierto, dejando atrás la seguridad de su hogar y el amor de su madre.

En lo alto del cielo, Aemma pensó en su familia y en la responsabilidad que ahora recaía sobre sus hombros. La guerra por el Trono de Hierro había comenzado, y cada decisión, cada alianza, era crucial para determinar el destino de los Siete Reinos.

Aemma miró hacia atrás una última vez, contemplando la imponente figura de Rocadragón mientras ascendía en su dragón Meraxes. El viento frío del mar soplaba contra su rostro, mezclándose con sus pensamientos de nostalgia y preocupación. A su lado, su hermano Jacaerys volaba en su dragón Vermax, manteniéndose cerca para ofrecerle apoyo y protección.

Aemma, a menudo pensativa durante el viaje, se esforzaba por mantener la compostura. A menudo le dedicaba sonrisas de ánimo a Jacaerys, quien le devolvía el gesto con la misma calidez. Ambos sabían lo importante que era esta misión para su familia y para el futuro de su reino.

Después de un largo y arduo viaje, finalmente llegaron a Raventree Hall. La fortaleza se alzaba majestuosa, rodeada de árboles oscuros y un ambiente solemne. Los guardias de la casa Blackwood les permitieron el paso, y fueron escoltados hasta la sala del trono, donde los esperaba Benjicot Blackwood.

La sala del trono de Raventree Hall tenía un aire de grandeza y antigüedad. Las paredes estaban decoradas con estandartes y armas, y el trono en sí era de madera oscura tallada con intricados diseños. Benjicot se levantó al ver entrar a los visitantes, su mirada firme pero curiosa.

Jacaerys se adelantó, inclinando ligeramente la cabeza en señal de respeto. "Lord Blackwood, te traigo un mensaje  la Reina Rhaenyra. Estamos aquí para reafirmar tu voto de lealtad y para solicitar tu apoyo en su legítimo reclamo al Trono de Hierro."

Benjicot asintió, su expresión grave. "Mi lealtad a la reina Rhaenyra es inquebrantable. Pero entiendo que vienes con una propuesta de alianza."

Jacaerys asintió. "Para sellar esta alianza, mi madre ha decidido ofrecer la mano de mi hermana, Aemma, en matrimonio. Creemos que esta unión fortalecerá nuestros lazos y asegurará nuestro apoyo mutuo."

Aemma dio un paso adelante, su corazón latiendo con fuerza. "Es un honor conocerte, Lord Blackwood," dijo, su voz suave pero firme.

Benjicot la miró con asombro y admiración. Aemma era una visión etérea; su pelo blanco como la luna y sus ojos, de un azul profundo con destellos morados, la hacían parecer casi irreal. "El honor es mío, princesa Aemma," respondió, sin poder ocultar su fascinación.

Jacaerys observó con satisfacción cómo Benjicot quedaba deslumbrado por la belleza y la presencia de su hermana. "Entonces, Lord Blackwood, ¿podemos contar con tu apoyo en esta guerra?"

Benjicot, sin apartar la mirada de Aemma, asintió con determinación. "Tienes mi palabra, Jacaerys Velaryon. La Casa Blackwood está con Rhaenyra y con ustedes. Esta alianza será la fortaleza que necesitamos para enfrentar a los usurpadores."

Con estas palabras, la alianza quedó sellada. Aemma y Benjicot intercambiaron miradas cargadas de promesas y responsabilidades compartidas. El destino de sus casas y el curso de la guerra ahora estaban entrelazados de manera irrevocable.

Mientras Aemma y Jacaerys se preparaban para instalarse en Raventree Hall, sabían que el camino por delante sería difícil. Pero con la lealtad de los Blackwood asegurada, tenían un rayo de esperanza en medio de la tormenta que se avecinaba.

Ocean and purple eyes / Benjicot Blackwood Donde viven las historias. Descúbrelo ahora