Rostelia

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En uno de los pueblos cercanos a las mareas de Begaritt. Una rubia y hermosa elfa aventurera estaba descansando luego de separarse de su grupo de aventureros para dirigirse en una misión de búsqueda y información. Pasaron unas semanas de que la elfa se separo de su grupo, arrendando una habitación para pasar la noche y partir al día siguiente en barco.

...

"Entonces este es un adiós? No pensé que nos separaríamos tan rápido".

El trió se encontraba en las puertas del templo. Nanahoshi había decidido partir hacia la gran universidad mágica de Ranoa para estudiar y seguir con su investigación, siendo guiada por Orsted que la acompañaría en el camino para dejarla e igualmente seguir con su propia investigación.

Nanahoshi mostraba claramente una expresión algo desanimada, se había encariñado lo suficiente con Dairis como para sentir una conexión fuerte entre ellos.

El nuevo dragón solo mostraba una leve sonrisa, ella aun dudaba de esta decisión. Estaba bien dejarlo solo después de todo lo que acababa de pasar?.

"Como dijo Orsted antes. Tengo que encontrar el punto de este nuevo poder y aprenderlo a usar. Estaré bien, no te preocupes. Nana".

"Entiendo. Solo prométeme una cosa, vendrás a visitarme el año que viene. Entiendes?".

Alzando levemente su mano derecha, mostraba su dedo meñique en señal de promesa, elevando la mano izquierda, Dairis igualmente mostró su dedo meñique.

"Te lo prometo, y te ayudare a cumplir tu trabajo...Solo, cuídate, no quiero llegar y ver que estas deprimida por tu trabajo. Entiendes?".

Con una expresión fija y seria, Nanahoshi entendía a lo que se refería, ella solo asintió con una sonrisa, gracias a el podía pasar sus días en este mundo mucho mejor, y eso lo agradecía significativamente.

Mostrando algo de duda y sudor de los nervios, Nanahoshi se lanzo en un abrazo repentino que sorprendió a Dairis que no dudo en corresponder el abrazo.

"Gracias...".

"Suerte".

Tras estas palabras Nanahoshi se retiro avergonzada por lo que acababa de pasar, no se espero que en verdad lo hiciera, pero con un sentimiento feliz y un sonrojo, no se arrepentía de hacerlo.

"Orsted...Gracias por el atuendo, en verdad significa mucho para mi"

"No tienes que decirlo. Te ayudara en varias maneras, espero que seas responsable del poder que tienes y no te desvíes de tu propósito. Estaremos en contacto"

Hace unos días, después de que Dairis se despertara, Orsted le regalo su mítico traje blanco en señal de que estaba bajo la protección del Dios Dragón Orsted, esto significa que cada persona que lo viera se la pensara dos veces en meterse con alguien del vinculo de Orsted y viviera para contarlo.

Para Dairis esto mostraba un total respeto hacia el, portar su mítico traje que lo caracterizaba le daba un sentimiento de lealtad y cumplimiento hacia Orsted.

"Lo se... Y también gracias por aceptar mi nuevo apodo/nombre. En verdad no eres tan cascarrabias como pensaba"

"Lo que digas... Seras mis pies y manos en ahora en adelante. Confió en tu juicio. Dairis D. Greyrat (Dairis Dragon Greyrat)".

Bajando la cabeza en señal de asentimiento, me despedí de mi jefe y mi compañera... Verlos alejarse por lo profundo del templo me hizo soltar un gran suspiro al aire, pensando en que haría ahora agarre mi bolso lleno de suministros por parte de Nanahoshi y salí en camino a las tierras del Dios espada, aun no había olvidado mi principal misión.

La Oveja Roja (Mushoku Tensei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora