Lo primero que pudieron ver mis ojos al despertar era la hermosa mujer que tenia a un lado y a centímetros de mi, viendo su manera de dormir me ponía una leve sonrisa, recordando las anteriores 24 horas, en mi cara un leve tono rojizo se mostró. En que momento termine teniendo sexo con una elfa por un día entero? Y lo que mas me sorprendía es que como pude seguirle el ritmo? Supongo que por ser dragón esta era una de sus ventajas.
Mirando mas atentamente su cuerpo, mis ojos pasaron de arriba a bajo con total atención, debido a la ferocidad y eufonía que hubo todo el día anterior no me detuve a pensar en el hermoso cuerpo que tenia, empezando con una cara refinada y elegante, con solo verle la cara uno se podía imaginar la suave piel que tenia esta mujer, como se podría esperar de una elfa. Mis ojos no tardaron en bajar llegando a sus firmes pechos, pensar que mis manos como mi boca estuvieron en esos lindos pechos me calentaba nuevamente, aun después de todo lo que paso, seguro podría estar con ganas de otro round.
Mis manos no tardaron en moverse solas, con cuidado y lentitud postre mis dedos en el plano abdomen, viéndose desde lejos uno se podría esperar un abdomen firme y suave, pasando mis dedos por todo su abdomen se le notaba los ligeros músculos siendo prueba de sus días como aventurera, por cada mirada a cada parte de su cuerpo me calentaba aun mas, y esto aumentaba siendo fan de los abdómenes planos y bien trabajados, terminando de poner totalmente mi mano en su cuerpo, la pase por sus curvas, apretando un poco mas el agarre para sentir aun mas el cuerpo y sus envidiables curvas.
Dejando de ultimo uno de sus mejores encantos femeninos. Tenia un buen trasero, tenia la carne justa para poder agarrar y felizmente ver desde atrás, siendo adornado por esos muslos que dejarían soltando baba a cualquier hombre, en total y en resumen, una mujer perfecta para muchos.
Debido a mis movimientos, Elinalise no tardo en abrir levemente los ojos, mostrando una pequeña sonrisa con un pequeño sonrojo que mostraba que me había descubierto en pleno acto, mis manos habían pasado casi en su totalidad por todo su cuerpo desnudo.
"Perdón, me emocione de mas..."
"Me alegra saber la atención que le das a este cuerpo...Me alegra"
Se le veía feliz, aparte de todo el momento que pasamos, ahora mostraba una expresión amable y que en verdad estaba feliz, no se si eso era bueno. Pero ver esa linda sonrisa en ese rostro delicado me puso feliz. Aparte, supongo que le guste, no? Es de esos amores a primera vista. Pensar que enamore a esta mujer solo con la vista para terminar haciendo 24 horas seguidas de puro sexo, era algo bueno...Quiero creer.
"Veo que aun tienes ganas. Me sorprende la sexy vitalidad que tienes, aun que bueno, siendo un dragón me lo esperaba"
Debido a la atención que le había dado anteriormente, mi amiguito estaba con energías. Y no es que lo pudiera esconder debajo de la cobija, ella en un repentino movimiento se coloco encima mio con una acción que me aclaro la mente de poder hacerlo una vez mas. Lamiéndose los labios con tono seductor, ella empezó a lamer mi cuello con gentileza, bajando por mi cuerpo dejándolo con sus fluidos y dedicándole su debido a atención a cada parte.
"Sera un buen desayuno...No crees?"
Tras decir esto ella termino de posicionarse para poder darme una buena mañanera, yo solo pude disfrutar viendo una buena vista por debajo de mi.
...
"Zenith...Mi papa esta dirigiéndose ahora mismo? Justo acá?"
"Así es...El plan era llamarte junto a Rudeus para que estuvieran informados"
Después de una hora de acción lo primero que me dijo me dejo pensativo. Una aventurera llamada Roxy pudo encontrar a Zenith, no se como podría llamarla, en parte la veía como mi segunda madre, en esos casi 8 años ella me cuido como si fuera su hijo. Pero mas allá no sentía una conexión fuerte, en parte, es igual con toda mi familia de este mundo, al final era un reencarnado, solo los veía como unas niñeras que me cuidaron, aun con el titulo de padres, era difícil verlos así.
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La Oveja Roja (Mushoku Tensei)
FanfictionFanfic isekai básico de Mushoku Dairis es un joven de 18 años normal y corriente que estudia y se la pasa en la casa jugando video juegos, un día simplemente desaparece de su mundo para aparecer junto a su nueva familia