𝗕𝗜𝗥𝗗𝗦 𝗢𝗙 𝗔 𝗙𝗘𝗔𝗧𝗛𝗘𝗥
"Me sentia en las profundidades de un pozo, donde no podía sentir, donde no podia expresarme, donde no podia VIVIR... Y aún así, tu 𝗞𝗔𝗧𝗦𝗨𝗞𝗜 𝗕𝗔𝗞𝗨𝗚𝗢, me salvas...
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ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ɴᴜᴍᴇʀᴏ ᴄᴇʀᴏ : ᴇʟ ғᴀʟsᴏ ғɪɴᴀʟ. (1)
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El sol estaba empezando a sobresalir de su umbral. Opacando de apoco al anterior escenario que ocupaba el cielo: la noche.
Sus orbes oscuros tardaron en abrirse, Pero con pesadez y un notorio cansancio los abrió.
No había dormido en toda la noche, el insomnio se había apoderado de el, sabiendo que algo pasaría, algo que lo desprocupaba.
Odiaba los lunes, sabiendo que en esos días eran donde comenzaban los días horribles donde tenía que coexistir en el colegió. Tener que verle la cara a la mayoría de soquetes, malas personas, egoístas e infames a los que llamaba compañeros.
Estaba por tratar de descansar los ojos una vez más, Pero se vio interrumpido cuando la puerta de su habitación fue abierta de manera apresurada, mostrando así a una mujer de baja estatura usando un uniforme laboral que consistía en un vestido negro, acompañado de un delantal blanco y un pañuelo del mismo color en su cabeza.
── ¡Joven Dai, arriba, arriba! ── Sus manos se juntaron, empezando a sonar una serie de aplausos constantes que solo aturdían la cabeza del menor, que en respuesta gruño y se tapo su cara con una almohada.
La mujer rodeo los ojos y al mismo paso que irrumpió en la habitación, se acercó al menor despojandolo de sus sábanas. Daiki gruño y se sacó la almohada de su rostro.
── Stella, son las seis y media de la mañana. ── Refunfuño con cansancio mientras se sobaba sus ojos adormilados.
── Lo sé Joven Akamura, pero como usted tarda mucho en hacer sus tareas básicas, como bañarse, comer, cambiarse y salir de su cuarto... ── La mujer contaba con sus dedos, pensando si se olvidaba algo más que mencionar. El escabeche rodeo los ojos y se levantó de su cama ── Y créame que es mejor prevenir que lamentar ── La sirvienta empezó a seguir al menor de la familia viviente en la casa.
Para su pijama no se esmeraba mucho, usando un pantalón cuadrille blanco y negro y una remera manga larga color gris.
Mientras bajaba a desayunar, era acompañado por la mayordoma que le decía el menú del día de hoy: tomates disecados, con huevos, aceitunas negras y huevo revuelto.
El solo pensar en los tomates disecados le daban arcadas. Al bajar por las escaleras que conducían del segundo piso al primer piso, tenía que doblar a la derecha apenas bajaba completamente de las escaleras para luego ir al comedor que quedaban a pasos del living. Al llegar, se encontró con sus padres ya sentados y acomodados en las sillas que acompañaban a la mesa. Su madre parecía ocupada leyendo unos formularios que poseia en sus manos de manera agitada, sus lentes reflejaban con mayor calidad el como sus ojos se movía frenéticamente leyendo ese papeleo. Mientras que su padre estaba leyendo, concentrado, el periódico del día de la fecha. Daiki se sentó en una silla al frente de sus padres sin siquiera saludarlos.
