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Huang Renjun

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Huang Renjun.

Despierto con el molesto sol en mi rostro, el dolor de cabeza me pegó en cuanto abrí los ojos. Mi cuerpo se sentía pesado en la cama por lo que decidí quedarme un rato más.

Escuché un bostezo que me hizo abrir uno de mis ojos cansados, encontrándome con una chica, tumbada a mi lado desnuda. Entonces recordé todos los acontecimientos de ayer. Muy divertido pero se acabó.

''¿Sigues aquí?'' pregunto, mi voz suena adormilada.

''¿Querías que me fuera?'' pregunta de igual forma acomodándose en el colchón de manera que ahora me miraba.

''Mira, esto es solo una noche para mí, si te dejé quedarte fue porque estaba demasiado cansado para mandarte un taxi''

''Entiendo, ya me voy si quieres''

''Gracias'' me mira mal antes de levantarse ''La puerta se cerrará automáticamente cuando te vayas así que tranquila''

''Hijo de puta'' la escucho decir antes de salir del cuarto con su ropa.

Se tomó el atrevimiento de ducharse primero e irse. Escuché el sonido de la puerta cerrándose y pude descansar yo también de la larga noche y de todo el día de ayer trabajando.

Na Yeri, la modelo a la que fotografié ayer. Atractiva. Buen cuerpo. Sin dudas todo el dinero que tiene no la puso en ese lugar, la cámara la amaba. Su sesión fue la que más he disfrutado hasta ahora, después de miles de tomas, fue tan difícil escoger una en que simplemente se viera bonita. En todas esta chica ha sabido conquistar el lente. Siendo sincero me sorprende, en primera porque nunca creí poder tomar sus fotos y en segunda por la manera en que su mirada me recibió en toda la sesión. No la despegaba de mí y yo no podía dejar de verla.

Mi teléfono vibrando me saca de mis pensamientos sonámbulos, rebusco en las sábanas sin éxito. Lo siento en el suelo cuando estiro mi mano y lo tomo. Genial, Chenle.

''¿Qué?'' contesto la llamada escuchando su risa del otro lado de la línea.

''Buenos días a ti también Ren'' pongo los ojos en blanco por su tono sarcástico.

''¿Qué quieres Chenle? Estaba durmiendo''

''Quería recordarte que hoy también tienes trabajo, por si se te olvida''

''Claro que no se me olvidó '' me siento en la cama rápidamente.

Mierda es verdad, el trabajo.

''Entonces de pie, a las dos en punto tienes una reunión con la modelo y su mánager''

''¿Qué hora es?'' ni siquiera eso sabía.

''Son las doce y cincuenta minutos'' abro los ojos de par en par ''Te recuerdo también que vives casi a veinte kilómetros del estudio''

''Mierda, ¿ya estás ahí?''

³𝐈𝐂𝐒𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora