Crucero

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8 de Julio
Barcelona, España
Marc se va de vacaciones con Ona

—Nena, despierta, el crucero sale en 4 horas
—Mmm, no molestes Guiu

Marc sonrió, Ona era un caso perdido, no existía nada en este mundo que la pudiera separar de su cama, decidió seguir alistándose con la esperanza de que una fuerza sobrenatural despertara a su novia.
Guardó unas ultimas cosas en su maleta y bajó a desayunar, a los pocos minutos Ona bajó con el pelo hecho un desastre, en su cara se podía notar que aún tenía sueño, caminó hacía donde estaba Marc, este pasó un brazo por su cintura y le dio un beso en la frente.

—Buenos días Ona dormilona, ya está el desayuno
—Buenos días dino —sonrió, dino... desde que había escuchado a los amigos y ex compañeros de Marc llamarle así Ona nunca más utilizó otro apodo —Gracias
—Ah, por cierto no tardes mucho, tenemos que irnos pronto, ¿tu maleta está lista linda?
—Sí
—Vale, voy a bajarlas, apenas terminas de desayunar te vas a bañar ¿vale?
—Entendido jefe

Marc le dio un beso y subió por las maletas, Ona comió su desayuno tranquila, al terminar lavó su plato y subió para darse una ducha.
Marc llevó las maletas al coche y regresó para revisar que no olvidaban nada. Subió las escaleras y escuchó el agua corriendo, Ona estaba en la ducha. Sonrió ante la imagen mental de ella disfrutando de una ducha matutina, probablemente cantando alguna canción. Mientras esperaba, se aseguró de tener todos los documentos necesarios y revisó los detalles del crucero en su móvil.
Pasados unos minutos Ona salió de la ducha, se vistió, se lavó los dientes y empezó a maquillarse

—¿Nena, ya saliste?
—¡Sí! ¿por qué?
—Necesito lavarme los dientes amor
—Vale pasa

Marc entró al baño encontrándose con Ona casi lista, se veía preciosa vestida con ese conjunto veraniego perfecto para el crucero. Ona terminó de maquillarse y se quitó la toalla del pelo, decidió dejarlo secar al aire, se peino su cabello y lo acomodó un poco.
Se dirigieron al coche, ahí los esperaba el padre de Marc, pues él los iba a llevar al puerto. En el camino, Ona se acurrucó en el asiento, mirando el paisaje y hablando de todos los lugares que iba a conocer junto a Marc.

—¿Qué lugares vamos a visitar, dino?
—Primero haremos una parada en Valencia, luego Francia y por último Italia
—Vale —dijo en medio de un bostezo
—¿Aún tienes sueño nena?
—Un poco

Finalmente, llegaron al puerto y vieron el enorme crucero esperándolos. El barco era impresionante, con múltiples cubiertas y una variedad de actividades que los esperaban.

—¡Wow! —exclamó Ona
—¿Te gusta? —preguntó Marc mirando el brillo en los ojos de su novia
—Mhm

A bordo del crucero, la emoción de ambos aumentaba a medida que exploraban el barco. Fueron recibidos con bebidas de bienvenida y una breve orientación sobre las actividades disponibles. Fueron a su camarote a dejar sus maletas para luego ir a dar un pequeño paseo por la cubierta.

Instagram (MARC GUIU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora