Capitulo 12. - Festividad del deshielo

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El pueblo de Berk estaba sumido en una animada y bulliciosa actividad mientras se preparaban para la gran festividad que se avecinaba. Cada rincón del asentamiento vibraba con una energía palpable, una mezcla de emoción y anticipación. Las casas estaban adornadas con guirnaldas de flores y banderas coloridas que ondeaban al viento, mientras el aroma de los manjares cocinados llenaba el aire. Cada año en berck los jovenes vikingos  se reunia para probar su fuerza, resistencia y coraje en los juegos anuales del deshielo. Aunque para algunos no es la mejor epoca del año.

En el área de entrenamiento, los jóvenes vikingos se entregaban con gran dedicación a sus prácticas. Se podía ver a Astrid, Patapez, y los gemelos, todos inmersos en sus propios ejercicios. Astrid, siempre decidida y feroz, manejaba su hacha con una gracia y fuerza que inspiraba a quienes la observaban, ademas de su inpecable demostración en una barra de equilibrio. Patapez, con su naturaleza tranquila pero resuelta, practica su tiro con el hacha, aunque claro a una distancia un tanto corta del blanco. 

Los gemelos, en su característico estilo caótico, estaban en medio de una animada competencia, compitiendo para ver quién podía realizar las acrobacias más audaces y temerarias. Aunque sus métodos eran poco ortodoxos, no se podía negar que estaban dando su mejor esfuerzo, demostrando una habilidad y valentía innegables, a su manera peculiar.

En el bosque de Berk, Spitelout se encontraba entrenando con su hijo, quien había ganado todos los años desde que comenzó a participar en el festival. Este éxito constante era una característica distintiva de los Jorgenson, quienes siempre habían dominado las competencias del festival. Sin embargo, este año no solo estaba en juego su campeonato invicto, sino también su posición como una casa de honor.

Desde aquella noche en que se firmó el acuerdo matrimonial entre Hipo y Astrid, Spitelout había estado profundamente preocupado. Asumía que Hipo nunca podría encontrar una esposa por su cuenta y creía que Astrid simplemente seguiría las órdenes de su padre, incluso si eso significaba casarse para obtener más poder para la casa Hofferson. Por lo tanto, Spitelout veía como única opción para mantener su posición el aumentar su prestigio y renombre.

Recientemente, habían comenzado a realizar más obras para ayudar a la comunidad, lo que él calculaba les otorgaría alrededor de tres puntos en la evaluación general. Además, si su hijo lograba mantener la racha de victorias en los Juegos del Deshielo, aumentarían en habilidades guerreras y en liderazgo, solidificando aún más su estatus y asegurando su lugar como una de las casas más respetadas y poderosas de Berk. Por lo tanto patan no tiene permitido perder. 

Ahora nos situamos en la cala de Berk, donde podemos ver a nuestro querido héroe trabajando en su libro de los dragones. Desde la vez que se lo robaron, ha decidido reescribirlo en antiguo nórdico, una lengua tan antigua que casi nadie la conocía. Hipo había aprendido este idioma gracias a unos viejos libros que pertenecían a su padre y que formaban parte de su biblioteca personal. Asumía que nadie más en Berk tenía conocimiento de este lenguaje, lo que lo hacía perfecto para mantener su trabajo seguro y confidencial.  Mientras Hipo trabajaba, se escucharon los gritos de un vikingo que había sido impactado en el casco por una ballesta. Al aterrizar en tierra, tenía una expresión de pocos amigos.

Hipo: Hola, Bocón. ¿Qué te trae por aquí?

Bocón: Lo que pasa es que alguien no se reportó a su entrenamiento, y cuando vengo a buscarlo, me encuentro con ballestas que disparan flechas al cielo. Sabes, Hipo, nunca he cuestionado tus métodos para resguardar tu secreto, pero siento que esto ya es demasiado - dijo mientras se retiraba la flecha del casco.

Hipo: Sí, lo siento. Debí haberte avisado. Verás, mientras regresábamos a Berk, Heather me contó que ella pudo entrar a la cala por medio de los árboles. Y sé que no cualquier vikingo puede hacer eso, considerando su masa corporal, los arboles se romperian por su... - dijo, viendo a su maestro aún más enojado. - Por eso decidí instalar ballestas que disparen a unos metros de altura, solo como precaución futura. Pero para asegurarme de que los dragones no sufran ningún daño, añadí una puerta en esta área - dijo, señalando a una esquina de la cala. - Esta entrada da a un risco rodeado por picos, por lo que es imposible que un vikingo pase sin tener que usar un dragón, a menos que sepa volar.

Como entrenar a tu dragón alternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora