Todos x Todos

¿Por qué no puedes? (ZhanZhui)

Abrió los ojos y lo primero que notó fue que estaba en los jardines nupciales de su clan.
Pero no estaba como invitado, ocupaba el lugar del novio en la tarima, en espera de su futuro esposo.

- Ahí viene. - escuchó la voz de su hermano al lado suyo, no quiso voltear porque frente a él venía con un precioso traje rojo y un velo largo que cubría su cara, Wei Ying.

No hacía falta que le dijeran quien era la persona tras el velo, el podría reconocer la figura del amor de su vida en cualquier lugar.

Más pronto que tarde lo tuvo frente a frente.
Sonrió como nunca y procedió a retirarle el velo a su amado.

- Hermoso, ¿Cierto, Wangji? - preguntó Lan Xichen, aunque su voz se oía lejana en esos momentos.

Su sonrisa desapareció cuando vió el rostro sonriente y deslumbrante de Sizhui en vez de el de Wei Ying.
No entendía porqué estaba soñando que se casaba con su protegido. ¿Dónde estaba Wei Wuxian? ¿Qué estaba pasando?

- No me amas porque no soy Wei Wuxian, ¿verdad? - preguntó llorando Lan Sizhui.

De repente todo empezó a verse lúgubre. Los invitados desaparecieron y en un parpadeo él estaba arrodillado, sosteniendo entre sus brazos el cuerpo de Sizhui, que se sostenía con ambas manos el estómago para detener una hemorragia.

Al parecer había sido apuñalado, pero ¿Cómo? ¿Por quién? ¿Por qué?

Presionó la herida que no dejaba de sangrar, mirando al menor en busca de respuestas, pero no veía nada más que un rostro afligido.

- No quiero morir por un amor no correspondido. Yo no pedí esto. - un sollozo escapó de sus labios. Le costaba hablar sin jadear.

- Lo siento...

Susurró Lan Wangji, sin saber que hacer, viendo cómo la vida se le escapaba en cuestión de segundos a Lan Sizhui, hasta finalmente cerrar sus húmedos ojos, sin regalarle una última mirada de dolor.

Abrazó el cuerpo con fuerza, sintiéndose impotente y culpable.

Despertó con lágrimas que rápidamente secó antes de voltear a ver a su acompañante, su esposo, Lan Sizhui, con quién compartía cama desde hace cuatro años, y aún no podía amarlo. Habiéndo discutido por ello en varias ocasiones, pues el menor sabía que jamás podría amarlo como amó a Wei Wuxian.
Jamás sería él...