Capítulo 3
-¿Quién eres?- pregunta la chica que hacia un par de minutos no dejaba de mirar, ni siquiera me di cuenta de que se acercaba hasta que estuvo frente a frente mío. Por alguna razón quería hacerle la misma pregunta pero no puedo arriesgarme en nada.
- no molestes- le respondí con una mirada fulminante.
- ¿y quién eres tú para hablarle así? – pregunta una chica pelirroja de la cual no note presencia hasta que hablo.
-¿yo? Pues déjame decirte – dije mirando a todo el mundo con una mirada de "están invitados a largarse en cualquier momento"- yo soy un total extraño al que están molestando así que ¡déjenme en paz! – me voltee para seguir mi camino pero algo pasó.
Primero sentí un fuerte agarre en mi trasero y después un montón de imágenes incompletas aparecieron frente a mí, en diferentes lugares, éramos dos personas no podía reconocer a la otra pero aun así algo me decía que tenía que ver con aquella chica psicópata que habia agarrado mi trasero.
-¡loca psicópata!- todavía no me lo había soltado - ¿acaso disfrutas? ¿Eres una acosadora o qué? ¿Acaso no entiendes lo que significa "espacio personal"?- ella me soltó y se levantó del suelo ¡realmente esta chica está loca! Abrió su boca para responderme pero...
-¡señorita! Felicidades, ha sido premiada con otra semana de suspensión y un reporte – dice un hombre alrededor de los 40 que parece ser el director- ahora ¡¿podría usted acompañarme a mi oficina para entregarle su "premio"?! – casi se me escapa una carcajada pero mantuve mi rostro lo más serio posible. Me di vuelta y seguí mi camino para encontrarme con la "señorita Hawkins".
* * *
Me acerco al salón de química y noto que la puerta está abierta así que al llegar me recuesto del marco de la puerta y la veo sentada en su escritorio. Al parecer no nota mi presencia así que aclaro mi voz.
-hola – y obtengo toda su atención. Creo que no le agrado la sorpresa ya que se encontraba casi tan pálida como yo cosa que era casi imposible.
-¿Qué haces aquí? – se levantó y fue hasta donde yo estaba, me jalo para quedar dentro del salón y después reviso si alguien estaba por el pasillo. Al terminar su espectáculo de preocupación cerró la puerta y me miro enojada - ¿Qué haces aquí?
- Los demás me enviaron para la prueba, ellos me dijeron que te buscara porque tú estarás a cargo y que enviaran a Mary.- soltó un pesado suspiro.
- ¿y por qué viniste aquí y no me esperaste en mi casa?
- me dijeron que te viniera a buscar directamente aquí.
-¿Por qué?
- no lo sé.- dije un poco frustrado por su interrogativo – lo único que sé es que te llamaran. Y no, no sé qué te dirán.
- perdón – su tono era un poco apenado, normal en ella - ¡pues vamos a tu nueva casa! ¿Quieres o te gustaría quedarte en la mía?- dijo haciendo un puchero extraño.
- solo espero que la nueva casa sea tranquila.
- pues vámonos.
* * *
Genial, mi nuevo hogar era una mansión bastante llamativa pero lo único bueno era que estaba en un residencial privado y que tenía mucho espacio, aunque por ahora seriamos solo Mary y yo. Abrí la pequeña puerta de metal que está en la entrada para después llegar hasta la puerta principal. Me gire en mis talones y en la galería había un sofa-hamaca del cual se podía observar el jardín delantero y algunas casas vecinas. Decidí entrar a la casa, así que entro la llave en la perilla y giro. Al entrar supe que acerté, la casa ya estaba amueblada con todo lo necesario y un poco más para sobrevivir y entretenerse.
Me dirijo al segundo piso y veo que hay cuatro habitaciones con baños y otra sin baño, pero todas completamente amuebladas. Vuelvo a mirar el pasillo para después bajar las escaleras pero vi una puerta que no había visto antes así que fui a ver que había detrás de ella y justo cuando voy a abrir escucho un golpe pesado en el piso de abajo. Corro en dirección al golpe y Julia estaba en el piso.
-Hola- digo un poco serio.
-¿me ayudas?- voy le ofrezco una mano - ¿te gusta la casa? – Asiento, lo se soy un "hombre de pocas palabras" – traje a Mary.
-¿Dónde está? – la miro entusiasmado, Mary es como una hermana menor para mí.
- se fue a la cocina, seguro está comiendo chocolate a escondidas.- la dejo y voy hacia la cocina a buscar a Mary. Y la encuentro casi adentro de la nevera abierta.
-¿Mary? – Digo en tono juguetón - ¿Qué haces? – ella saca su cabecita y después sale de la nevera y corre hasta mí. Yo la espero con los brazos abiertos y cuando llega donde mi la cargo como princesa y giro con ella en brazos. Después de unos minutos jugando con ella la miro un poco serio. - ¿estabas comiendo algo? – le pregunto y ella me responde moviendo su cabecita en negación. - ¿y por qué tienes helado de chocolate en tu boca?- ella sale corriendo y creo que va al baño porque cuando vuelve tiene la carita limpia y vuelve a negar con la cabeza.
-Me voy – habla Julia detrás de mi sorprendiéndome un poco. – solo vine a traer a Mary, cuídala. – asiento y ella se va. Al rato Mary queda dormida en el mueble y yo subo a investigar aquella habitación. Solo estoy a unos pasos de abrir la habitación y el timbre suena interrumpiéndome pero lo ignoro ya que si Julia hubiese olvidado algo ella tenía una llave y yo no esperaba a nadie. Tomo el cerrojo y voy a girarlo cuando suena el timbre otra vez y no queriendo ser interrumpido de nuevo asi que bajo las escaleras y puedo ver a Mary con la puerta abierta pero solo lo necesario para que solo su cabeza sea visible de afuera para dentro.
- Mary, ¿no te he dicho que nunca abras la puerta?- la jalo para dentro de la casa con cuidado de no hacerle daño y cuando abro la puerta un poco mas no puedo creer quien está ahí. ¡Es la LOCA PSICOPATA!
-ho... hola.
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