A la mañana siguiente, durante el desayuno, los labios de Build se curvan con picardía.
"Anoche fue divertido", digo, tomando un sorbo de café mientras estoy parado junto al fregadero de la cocina, con una mano en su cadera.
"Fue." Dice.
Me inclino y aspiro profundamente su aroma a miel. Maldito sea quien no esté poniendo la ciudad patas arriba para encontrarlo ahora mismo.
“Quien te extraña ahora no te merece”, le digo.
Sus ojos se abren como platos. “Apenas sé lo suficiente sobre mí para saber si eso es cierto. ¿Qué pasa si soy un completo idiota? ¿Qué pasa si soy malo con los animales?".
"No creo que seas malo con los animales".
“Por lo que sabes, mi antigua personalidad volverá y seré una persona diferente. Una persona que quizás no te guste”.
"Imposible", digo.
“¿Por qué es eso imposible?”.
"Porque te veo. Eres Amigable. No tienes miedo de probar cosas nuevas”.
“Pollo y gofres no es realmente exagerado. Doy la bienvenida a todos los carbohidratos, incluidos los que están involucrados en el empanizado de aves”.
"Y eres gracioso".
El suspira. "Deberías dejar de hacerme elogios o me enamoraré de ti".
Lo envuelvo en mis brazos y miro por encima de su cabeza, hacia la vista desde la ventana del fregadero de la cocina. La casa de Path está en una colina que domina la ciudad.
"Quiero ir a trabajar contigo", dice.
Lo miro. Se está mordiendo el labio y parece esperanzado.
“Ponme a trabajar. ¿Quizás siempre quise ser barista?". Dice
Me río. “Para eso la gente va a la escuela. Pero si quieres un trabajo, es tuyo. ¿Puedes trabajar en un registro? ¿Moler granos? ¿Lavar mesas?".
"Eh, ¿sí?"
“¿Es eso una respuesta o una pregunta?”
“Es una declaración. Quiero un trabajo."
Dejo mi taza de café y rodeo sus caderas con mis brazos. "Me gusta el sonido de eso. Entonces podré vigilarte”.
“Me gusta que me vigiles. Serán buenos juegos previos para más tarde”.
Mierda. Si no pensara que papá estaría despierto en cualquier momento, podría inclinar a esta chico sobre la mesa y tomarlo ahora mismo. Se ve tan jodidamente sexy con mi ropa de gimnasia del día anterior. Mezclando su aroma con el mío.
Es suficiente para que me duela tenerlo cada mañana. Para fusionar nuestras vidas. Olvídarse de cualquier cosa mala que le pasó ayer o anteayer, borrón y cuenta nueva, juntos.
Lo beso en la frente. "Tengo muchas ganas de besarte".
"Lo mismo" dice.
"Pero tenemos que ponernos a trabajar temprano".
“¿Tenemos un tiempo de descanso?”
“Como propietario, puedo tomarme un descanso cuando quiera. Quiero decir, ayer me salté unas nueve horas”.
El ríe. “Eso es imperdonable. Deberías despedirte”.
Yo digo: "Debería".
Realmente debería esperar hasta el recreo para besarlo apropiadamente. Méterlo a escondidas en mi oficina, cerrar la puerta con llave durante cinco minutos y probar su boca. Pero no puedo esperar ni un segundo más. Me inclino y cubro sus labios con los míos. Escucho un pequeño grito ahogado de sorpresa de el, seguido de sus manos en mi trasero como si fuera suyo.
Sus labios son cálidos y suaves pero provocadores. Presiono más profundamente y el me abre la boca, dándole la bienvenida a mi lengua. Sabe a frutas y especias exóticas.
El parece saber qué hacer, por la forma en que sus manos serpentean sobre mi trasero. Su lengua deslizándose sobre la mía.
Mierda. Besa como un esposo.
