CAPITULO 5

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El ruido de platos y cucharas chocando me hizo despertar, al parecer la cocina estaba en acción. Me senté en la cama y le eche un vistazo a todo a mi alrededor, la habitación se veía a un más hermosa con la opaca luz del sol, pues afuera se veía un poco nublado. Decidí levantarme para bajar a la cocina, así que me dirigí al baño, me situé frente al espejo del lavabo y pase mi manos por mi cabello, creo que lo mejor seria lavarlo. Lave mis dientes y me dirigí a la ducha, quite mi ropa y me coloque debajo de la lluvia artificial, pude ver que dentro de la ducha estaban todos mis productos de higiene favoritos. Lave mi cabello, a mi misma y luego de estar completamente limpia salí de la ducha, coloque una toalla en mi cabello y cuerpo , salí del baño y me dirigí a mi closet, opté por algo sencillo. Un top blanco de tirantes, un falda rosa larga con una abertura en la pierna y unas converse bajas.


Una vez vestida, me senté frente a mi tocador que estaba repleto de maquillaje, perfumes, cremas corporales y más cosas

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Una vez vestida, me senté frente a mi tocador que estaba repleto de maquillaje, perfumes, cremas corporales y más cosas. Vaya mis padres si que se tomaban en serio esto, decido solo colocarme un bálsamo labial y listo salgo de mi habitación siguiendo el bullicio para poder llegar a la cocina.

Cuando entré, pude ver a todos los habitantes de la casa moverse de aquí para allá. Pero no fue eso lo que me paralizó si no la mirada azul de un chico pocos años mayor que yo, dios mío si Alice y yo nos parecemos a papá, ese chico es el gemelo perdido de nuestro padre, demasiadas similitudes, era increíble.

Lo vi levantarse de la silla donde estaba sentado y acercarse a mi a paso lento–Alexia–mi nombre sale de sus labios en un suspiro de anhelo, yo solo podía verlo incrédula de que también estuviera frente a mi.

–Axel– solo eso basto para que me abrazara, tomándome en sus brazos dándome vueltas, rodee su cuello con mis brazos para sostenerme y le devolví el abrazo, no tenía ningún problema con él, también era un niño cuando todo pasó y está muy feliz de verlo bien.

–¡Dios mío, eres tu!, estás hermosa hermana– sus palabras salen alegres, me alejo un poco de él y puedo ver pequeñas lágrimas en sus ojos.

–Estoy muy feliz de verte, Axel–le digo suavemente con una sonrisa.

–No tienes idea de cuánto me dolió nuestra separación Ale y como soñé todos los días con el momento en que nos volviéramos a encontrar–dice mientras besa mi frente–Ahora estás aquí y solo quiero recuperar el tiempo perdido, digo si tú quieres claro–esto último lo dice un poco cohibido, supongo que mis padres le dijeron que estuve un poco a la defensiva y pensará que me comportaría igual con él.

–Oye, está bien–le digo dándole un beso en la mejilla– me encantaría recuperar el tiempo, Axel–le doy una sonrisa sincera y el me abraza una última vez para después tomarme de la mano y llevarme a la mesa.

En la mesa, están mis padres, Alice, mis primas, tíos y una chica muy linda, castaño de ojos verdes. Axel y yo tomamos asiento.

–Alexia quiero presentarte a Tara Herbert, mi pareja y mate–Axel me presenta a dicha chica, que me da una sonrisa sincera y cálida.

–¿Herbert?, ¿Cómo la hotelera Herbert?–no puedo evitar preguntar.

–Si, es  un gusto por fin conocerte Alexia, la Hotelera es de mis padres aunque ahora el CEO es mi hermano Tyler, de hecho Tristán es mi hermano también, yo soy la menor–habla Tara. Cierto el chico Tristán también estaba en la mesa, con tantas cosas no lo había notado y ahora resultaba ser hermano de la pareja de mi hermano, que pequeño es el mundo ¿cierto?. Estoy por responder, pero en lugar de eso miro confundida a Axel sobre como es que la chica sabe lo que ocurrió conmigo, si no estoy mal todo era un secreto.

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