Me casé con el Rey de Dominó

Cap 6: ¿Un Heredero?

Han pasado tres semanas desde que el Rey y yo hemos estado compartiendo la misma cama.

La verdad no me incomoda en absoluto, nos estamos conociendo poco a poco. Ya hemos entablado una amistad y se puede decir no va mal. Las cosas poco a poco se iban tomando más cálida pero son tener colores rosa como otros piensan.

Estás tres semanas solo hablamos de cosas del reino y de los eventos que debemos elaborar para recobrar estos 18 años que han estado sin estar en casa. Yo no le ví nada de malo en ayudarlos con eso, ya que tengo curiosidad que tipo de festividades elaboran en este bello reino.

Para empezar, ellos elaboran un bautizo para las nuevas generaciones que están por nacer. Es raro el tener que saber que las mujeres embarazadas estuvieron 18 años en cinta, muertas y resucitadas para una nueva oportunidad. De solo pensarlo me genera tristeza de lo que debieron pasar y algo de gracia ya que talvez se vuelva una historia cómica en otro sentido.

Dejó de pensar en eso, ya que estoy ayudando para la decoración de la fiesta con ayuda de los empleados que han sido amables conmigo.

—Su alteza...—Rocio, una de las mucamas se me acerca haciendo una reverencia.—Ya los preparativos para el bautizo está listo, solo falta que de la orden de empezar.—Habla la jóven Rocío.

Asentí con una sonrisa amable.—Por supuesto, pueden empezar mañana a primera hora.—Dije y la mucama asiente y se retira pará dar el aviso.

Me dirigí a la oficina del rey Oritel para informarle que todo esta preparado para la celebración que se festejará en 4 días. Una vez que me acerque a la puerta levanto mi mano para tocar la puerta pero escucho la voz del rey detrás de la puerta.

—Marion, te extraño mucho...—Dijo detrás de la puerta y yo me detuve para no tocar la puerta.—He intentado seguir adelante...siento que no estoy avanzando y a la vez retrocediendo...Eva es una gran mujer y siento que la estoy arrastrando a algo que nunca quiso...—Habla con una voz apagada.

Mi corazón se detuvo en seco, ¿el rey se siente obligado a convivir conmigo para olvidar a su esposa? ¿acaso me ve como el reemplazo de si difunta esposa?

De solo pensarlo me dan ganas de gritar pero me contengo para evitar armar una escena innecesaria.

—Por más que quiera intentarlo siento que esto no es lo correcto...pero ella no tiene la culpa...—Sigue hablando y con cada palabra que sale de su boca siento que no podré escuchar más.—¿Sabes que es lo más sorprendente? Que creo que estoy despertando sentimientos hacia ella...

Esas últimas palabras me dejaron perpleja.¿Escuché bien?

¿El Rey Oritel se está...enamorando de mí?

Mi mente se está quedando en blanco y eso no es algo bueno para mí. Siento que estoy dejando de respirar y mi cara está ardiendo por las palabras de Oritel. Trato de reaccionar pero mi cuerpo no responde y mi mente ahora es un torbellino de emociones incontrolables.

Reaccioné al escuchar pasos adentro del  la oficina del rey, me acomodo para no alterarme generar incomodidades. Trato de actuar lo más normal que puedo y me doy la vuelta para dirigirme a la cocina por un vaso de agua.

—¿Reina Eva?—La voz de Oritel hace que me detenga en seco.—¿Está todo en orden? ¿No le molesta se la acompaño?—Pregunta y me estremezco por su cercanía sin mirarlo.

Trago duro.—Estoy bien, Rey Oritel.—Dije con una voz casi audible.—No es necesario, iba a la cocina por un vaso de agua.—Respondí sonriendo nerviosamente.

Seguí caminando sintiendo que Oritel me sigue a la par de mi lado manteniendo una mirada tranquila. Yo por mi parte trato de actuar normal para que no se de cuenta de que no lo escuché hace rato. Quizás solo fue mi imaginación jugandome una broma en la cuál caí.