SEIS

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He escrito en tantas casas, en tantas ciudades diferentes, en tantos países y a tantas edades, ha entrado tanta gente en la habitación mientras lo hacía. Una madre, un hermano, un , una llamada de teléfono, un timbrazo en el portero automático, una . Me desanimo al pensar que no concluiré jamás la historia y que he vuelto a borrar un montón de páginas que ya no me decían nada, quizá porque la persona que las escribió ya no existe, porque he cambiado, porque de una página a otra me han pasado demasiadas cosas.

La chica de la cámara de fotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora